13. Into the shadows

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Lamer | SEHUN

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Lamer | SEHUN

Noche de Halloween. En el lenguaje de los jóvenes: noche de vicios y desinhibiciones.

Vilma disfrutaba mucho Halloween, era su festividad favorita, más que Navidad o 4 de julio. La mayoría de sus recuerdos de la infancia eran sobre el último día de octubre. En el momento que se levantaba se ponía el disfraz que su madre le había confeccionado. Pasaba medio día en la escuela, donde los docentes y sus amigos elogiaban la originalidad de su vestuario. Cuando regresaba a casa, su mamá la dejaba ayudarle a hornear scones de calabaza (y comerse uno o dos). Después, salía a la calle con su hermana mayor a pedir dulces y a jugar con los vecinos. Volvían a su hogar hasta que los últimos rayos de sol desaparecían, y terminaban el día viendo películas de Tim Burton mientras comían los dulces que habían recolectado.

Este año era su primero como universitaria. Vilma sabía que Halloween distaba mucho de la manera en que la celebraba en su niñez, así que estaba expectante a vivir su festividad favorita en el modo en que lo hacían los jóvenes de su edad. Sabía por sus compañeros de clase que cada una de las facultades de la Universidad de California preparaban fiestas ostentosas, rebosantes de excesos y libertinaje.

Por ser parte de la Facultad de Artes y Diseño, Vilma y sus amigas habían acordado asistir a la celebración que organizaba el Consejo Estudiantil de su facultad. No obstante, se corrió el rumor de que los estudiantes de último año de la Facultad de Economía y Negocios estaban organizado una fiesta sin igual, en una mansión al este de la ciudad y mucho más ostentosa, libertina y desastrosa que la que darían los estudiantes de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (y esa era la fiesta más popular de la universidad). Como muchos otros estudiantes, Vilma y sus amigas fueron seducidas por la premisa de la fiesta de FaEN, y cambiaron sus planes para la noche de Halloween.

Mientras esperaba a que llegara la fecha, preparó lo que más emoción le causaba: el disfraz. Disfrazarse era algo que disfrutaba, e imaginar vestimentas para distintos escenarios era su pasión, he ahí dos razones por las que decidió estudiar Diseño de Vestuario para Cine y Medios. Como en su infancia, Vilma deseaba usar algo complejo, que fuera significativo y que resaltara. Aunque ya era una adulta y podía tender a un estilo más arriesgado, de ninguna manera iba a caer en el típico atuendo femenino estereotipado e híper sexualizado. Así que enlistó diversas opciones que deseaba recrear: el vestido rojo de Audrey Hepburn en Funny Face, el vestido isabelino de Gwyneth Paltrow en Shakespeare in love, el vestido verde de Keira Knightley en Atonement, entre muchos otros. Aunque quería usar algo que se relacionara con películas que le gustaba, Vilma deseaba usar algo que la representara. Fue entonces cuando se le ocurrió sacar provecho a su nombre y la historia detrás de él.

Su familia tenía la milenaria tradición de heredar nombres. Ella iba a heredar el nombre de su abuela materna, Wilhelmina, quien a su vez había heredado el nombre de su abuela. Era un nombre de origen germánico y arcaico, y su madre concluyó que le traería muchos problemas a su hija en el mundo contemporáneo. Al final, para no romper con la tradición, decidió nombrarla con una variación: Vilma.

Autumn Fever: AfterlifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora