La frustración se dejaba notar en cada hondo suspiro del airado hombre, tirando su saco de vestir junto con su maletín al piso ni bien ingresó a su casa, sin importarle en lo más mínimo el pesado estruendo que causó y asustando horriblemente al pobre peli negro que se encontraba tranquilamente en la cocina.
-San? Ya llegaste?- este salió algo apurado, recibiéndolo con confusión al ver los objetos personales de su novio en el suelo, intercalando sus ojos entre este y las cosas tiradas en el piso- Que pasa? Estás-
-No quiero hablar de eso ahora, amor- interrumpió con un tono tranquilo, acercándose para robarle un beso que desconcertó al otro en su lugar, abrazándolo con fuerza y aspirando profundo el suave olor varonil cuando se separó de sus labios. El menor quedó algo confundido ante el contraste de su voz y sus acciones pero no le dijo nada, correspondiendo el apretado y necesitado abrazo.
San podría estar ardiendo al rojo vivo en furia pero tampoco era un animal, su chico no tenía la culpa de su mala suerte y tampoco se la agarraría con él por eso. Se alejó lento para darle una sonrisa pequeña que lució más como una mueca incómoda- No voy a cenar hoy, Wooyo, si deseas cómete mí parte o algo- anunció con voz bajita, casi desanimado.-No?! Pero ya estaba terminando de cocinar- reclamó con un pucherito, colocando sus manos sobre sus hombros para mantener la lejanía. El mayor hizo otra mueca, un poco de culpa asentándose en su rostro.
-Ohh...lo lamento mucho, nene- dijo con el mismo tono, los dedos acariciando su cintura en otra disculpa silenciosa- No estoy de humor y no tengo nada de hambre ahora- explicó a medias, soltando un poco el agarre que mantenía y alejándose unos pasos para mirar desde ahí al menor- Voy a cambiarme y a estar arriba un rato, sí? Tal vez baje en una hora- se giró para recoger las cosas sin cuidado y las lanzó igual al sofá más cercano que encontró, suspirando nuevamente cuando los ojos preocupados de su pequeño le pidieron una respuesta- Te lo explicaré luego, cariño- aseguró cansado, la anestesia temporal que era el contacto con el peli negro esfumandose en el aire rápidamente cuando dejaron de tocarse, el enojo calentando su cuerpo a cuenta nueva al recordar el porqué de su mal humor, batallando consigo mismo para no fruncir el ceño y que el otro pudiera darle una mala interpretación a las cosas.
-Seguro que estás bien?- titubeó el bajito, la preocupación bailando entre su ceño también fruncido- No me gusta verte así, Sannie...si puedo ayudar en algo solo-
-No, no- interrumpió con calma, una que en realidad no tenía pero que a la vez reservó secreta y únicamente para él- No te preocupes, de verdad. Yo...necesito un tiempo para descansar y eso- repitió neutral, evitando mirarlo a los ojos para sostener mejor su mentira. Se volvía tan vulnerable ante ese hombre que simplemente dejaría todo enojo atrás para refugiarse entre sus dulces mimos y cariños si volvía a mirarlo directamente. Pero no esta vez. Quería estar enojado en esta ocasión y tenía todo el derecho de estarlo! Su jefe solo rechazó como si nada un trabajo que le costó meses hacer para aceptar el de un chiquillo novato que no tenía ni dos semanas en la firma.
Desagraciado Choi Jongho y su sonrisita de gominola conviscente.
Sacudió la cabeza un par de veces y volvió a repetir sus palabras, asegurandole regresar más tarde y retirándose de la sala para ir directo a las escaleras, subiendo con lentitud hasta llegar a la habitación compartida con su angustiado hombrecito. Una vez solo se permitió liberar su frustración del todo, zapateando de forma cómica y lanzandose a su cama cual muñeco de trapo, haciendo una pataleta digna de un niño caprichoso que terminó por desordenar las sábanas perfectamente tendidas. Un gruñido rendido fue lo último que soltó antes de sentarse bruscamente, resoplando agresivamente y revolviendose el cabello de la misma manera. Al terminar su rabieta física de niño enojado entró en su lado de adulto maduro para continuar con sus quejas, rabiando con los músculos tensos y balbuceando groserías cada tanto, golpeando la superficie blanda como si esta fuera la responsable de su rechazo laboral. Ahora debía concentrarse en ordenar sus asuntos desde cero, el que su trabajo fuera denegado no solo le jodió de forma personal, sino que también en sus responsabilidades de oficina al asignarle un caso totalmente nuevo, perdiendose así su progreso hecho por el anterior y tirándolo a la basura con un simple y sencillo: "Lo siento, San, el novato presentó un portafolio más completo y nos quedaremos con ese. Te daremos otro caso mañana". Mierda. Solo eso tenía por decir. Mierda.
Ya un poco más resignado a su tediosa tarea se levantó de su asiento con lentitud, reacomodando las telas con pereza y estirándose a lo largo luego, arrastrando los pies a una esquina de la habitación, justo donde se hallaba su escritorio, sacando la silla con ruedas del hoyo en medio del mueble y cayendo pesado sobre ella, incluso escuchándola rechinar un poco por el peso repentino pero ignorandolo por completo también. Encendió su laptop luego de un buen rato observando el techo, regresando al desastroso mundo real y abriendo el programa Word para empezar a escribir.
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Help - Woosan
FanfictionSan llega a casa muy estresado del trabajo y Wooyoung solo quiere ayudarlo... *♡ Smut *♡ One Shot