Prólogo

14 2 0
                                    

Mis padres odian si yo socializo con otras personas. Siempre tuve maestros que iban a mi casa a enseñarme. En primero de secundaria, mis padres decidieron inscribirme en alguna secundaria pero cuando se dieron cuenta que un chico socializaba conmigo me sacaron sin pensarlo, nunca entendí el porqué. Volvieron mis profesores a enseñarme hasta mi casa. Nunca he sabido tener contacto con otras personas ya que casi nunca salgo de mi casa, a pesar de que mi padre es mexicano y tengo la posibilidad de viajar, nunca me dejaban salir, hasta ahora.

–¡Vamos padre! Ya soy mayor de edad, no veo el problema de salir.

–La sociedad es peligrosa para tí, ¿cuándo lo entenderás Gabriel?

–Llevo entrenando boxeo más de cinco años papá, me se defender yo sólo.

–Esta bien, pero te irás a una universidad de México.

–¿México?, ¡Sí, muchas gracias papá!.– Salté de emoción porque por fin iba a lograr independizarme y mucho mejor, ¡en otro país! Pasaron los meses y encontré una universidad en la cual me aceptaron e iba a irme dentro de unas semanas. Realmente tenía miedo ya que por no haber socializado con nadie desde mis últimos veinte años no sabía cómo interactuar con las demás personas, supongo que es parecido a tratar con un cachorro, ¿no?

La Promesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora