-Mmh...El es realmente hermoso.- Pensó. Con ojos clavados en un solo objetivo, en una sola persona.Un chico castaño de ojos café estaba a la deriva observando sin cesar a un pequeño pato de ojos oscuros.
El pelinegro que estaba siendo asechado por un par de ojos llenos de ternura, ni siquiera se inmutó en notarlo, pues este estaba muy ocupado intentando...¿volar?
Pequeñas risas rozaron los labios del castaño.
Era increible como cada tonteria que el pequeño niño hacia lograba causarle una tonta sonrisa.
No sabía si estos sentimientos que tenía por el azabache aparecieron por arte de magia o siquiera recordaba como habían comenzado a emerger
Lo último que llegó a saber era que estaba profundamente enamorado de ese chico tan inocente.
-¡Phmm!- Se quejaba el chico. -...¿Por qué me es tan difícil volar? ¡Si tengo alas deben de servir para algo!- Se reclamó sí mismo.
El azabache estaba muy desconforme, él quería volar, viajar por los aires al compas del viento era una de sus ambiciones desde que llegó a karmaland, un sitio con mucha naturaleza y ambientes hermosos.
Sin embargo, cada que lo intentaba fallaba torpemente, sus alas de color dorado puro no les servían de mucho, no tenían utilidad y eso realmente le molestaba.
El castaño quien observaba a la lejanía se acercó un poco, dispuesto a seguirle el juego intentando enseñarle a volar, aunque por obvias razones no lo lograrían, mas el simple hecho de pasar el rato con Quackity le haría feliz.
-¿Eres idiota?- una voz interrumpió desde la lejanía. -Es obvio que no vas a poder volar, tus alas no sirven para volar.
La misteriosa voz se dió a revelar caminando hacia nuestro pequeño azabache.
- Ehh, no me jodas rubius, ¡por supuesto que puedo volar!- El pequeño le hizo un puchero al oso, dandole a saber su frustración.
-Quackity, llevas media hora intentandolo, nunca lo lograrás.-El rubio se cruzo de brazos mirando al contrario directo a los ojos.- Perooo.. ¡Sé de otra manera en la que puedes usar tus alas!- Exclamó sonriente.
-¿¡Enserió?! ¿Cómo?- Sus ojos brillaron a la par del sol.
-Ven, sígueme, Quacks.- El rubio se dirigió hacia la dirección contraria del castaño a lo que el azabache le siguió gustoso.
Por otro lado el castaño quien observó todo literalmente parado en frente se quedó con un mal sabor de boca.
Eso de que rubius le haya quitado la oportunidad de hablar con Quackity le empezaba a causar migraña.
Además, ¿Le había llamado "Quacks"? Se suponía que ese era un apodo especial que acordaron que sólo utilizarían los dos.
El castaño comenzó a ponerse ansioso.
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᯽ Luckity week 2022 ᯽
FanfictionOne shots, sobre el luckity, honorarios a la luckity week <3