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Langa estaba en la mesa tomando su desayuno, más bien lo observaba porque no había probado ni un solo bocado.

- Langa, hijo mío, debes comer algo - le dijo Nanako preocupada.

- Mamá, estoy tan preocupado que no tengo apetito, no he podido contactar a Reki desde hace dos semanas - respondió Langa con una presión en su pecho.

- Quizás tiene muchas tareas o debe estar ocupado en su trabajo ¿No es lo que me dijiste? Que tenía un trabajo de medio tiempo - dijo Nanako para intentar tranquilizar a su hijo.

- Si, eso fue lo último que me contó, además había dicho que le preguntaría a sus padres si podía venir a Canadá pero jamás me volvió a llamar.

- ¿Y si está planeando una sorpresa? Quizás llega de pronto a nuestra puerta y toca el timbre, después de todo es de Reki de quién estamos hablado, siempre fue muy impredecible - pensó su madre.

- ¿Tú crees que pueda ser algo así? - preguntó Langa emocionado - La verdad igual lo pensé.

Langa seguía mirando su desayuno.

- Aún así, me preocupa el hecho de no poder contactarlo, sus redes sociales no se han actualizado y al llamar a su celular siempre está apagado.

- Langa, quizás le estás dando muchas vueltas al asunto y te estás estresado más de lo que deberías, dale un par de días y verás como vuelven a hablar, a veces los tiempos simplemente no coinciden pero eso no hace que su amistad muera o que él te haya olvidado.

- De acuerdo, mejor dejo de pensar en eso y me alisto para ir a visitar a papá - concluyó el muchacho mientras comenzaba a probar finalmente su desayuno.

- De acuerdo, mejor dejo de pensar en eso y me alisto para ir a visitar a papá - concluyó el muchacho mientras comenzaba a probar finalmente su desayuno

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Había pasado un mes... un mes donde Langa por más que intentó ubicar a su amigo no lo logró, lamentablemente no conocía a sus nuevos compañeros de preparatoria, y a los que conocía de secundaria, les había consultado pero nadie sabía sobre el paradero de Reki, y su madre Masae tampoco respondía los mensajes que le dejaba.

Y ahora más que nunca necesitaba a su amigo a su lado, ahora que se encontraba parado frente al ataúd de su padre bajo una lluvia de invierno en Canadá.

Todos los familiares y amigos habían asistido al funeral de Oliver, su madre Nanako recibía los pésame de los demás, pero Langa estaba en una especie de trance, su padre finalmente habían sido derrotado por la enfermedad que lo afectaba, los demás consolaban a Langa pero este no analizaba las palabras, de vez en cuándo buscaba con una pizca de esperanza entre la multitud a su amigo.

𝓙𝓾𝓼𝓽  𝓡𝓮𝓶𝓮𝓶𝓫𝓮𝓻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora