Prologo: El libro.

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Como puse, en esta cuenta subire traducciones de Fic's god, o fics turbio 🚬🗿🤙. En este caso la primera......aunque lamentablemente el autor no la termino, tuvo problemas familiares fuertes en ese entonces así que cancelo/pauso este fic, esto fue en 2018, y afortunadamente por lo que vi, actualizo en Julio otra de sus historias afortunadamente, por cierto, esta historia está subida sin su permiso ._.XD, pido perdón pero nunca me contesto pipipipipi.

El autro es Beastride9 en fanfiction

Con su atención, el mejor fic de Naruto que lei.

Sin más pendejada empezemos.

Al principio, estaba Azathoth. El dios idiota ciego, el caos nuclear, el sultán demonio, la deidad patrona de la radiación, el dios de la creación y la destrucción. Azathoth existe fuera del universo ordenado, todos los universos. En el centro del Multiverso duerme con el enloquecedor redoble de viles tambores y el fino y monótono aullido de malditas flautas.

De esta plaga de la más profunda confusión surgieron los Dioses Exteriores. Nyarlathotep, la Niebla Sin Nombre y la Oscuridad fueron los primogénitos de Azathoth. De ellos salieron los demás. Yog-Sothoth, Shub-Niggurath, Nug, Yeb y tantos otros cuya mera existencia desafía todo lo que es ordenado y correcto.

Fue de los Dioses Exteriores que engendraron a los Grandes Primigenios, seres de poder divino cuyo número eclipsa a las estrellas del cielo y a los planetas que viajan a su alrededor por un amplio margen. Al igual que el Sultán Demonio, muchos de estos seres yacen en su muerte como un sueño esperando el día en que las estrellas estén bien.

El conocimiento de estos seres que no deberían existir fue recopilado y colocado en un libro, un libro que era tan extraño como los que lo crearon. Este libro sería buscado por las razas mortales del multiverso, porque el libro contenía la verdad, la verdad última que era en su núcleo, conocimiento vil y olvidado sobre el funcionamiento interno del mundo en el que residía el libro y los otros más allá del velo y vacío. Los libros contienen páginas infinitas de gran poder y mayor consecuencia. Rara vez el libro permanece en un universo por mucho tiempo, moviéndose a través de las paredes de la realidad de uno a otro trayendo consigo un poder que es mejor dejar solo. El libro, mientras está en un universo, en ocasiones es encontrado por manos mortales, e inevitablemente estos mundos cambian, y no para mejor. Este cuento es uno de tantos en los que un mortal encuentra ese maldito libro, creyendo que es la clave para un conocimiento y un poder incalculables, pero el conocimiento de este tipo tiene su precio. Y este Libro, El Necronomicon, es uno para asegurarse de que el precio se pague en su totalidad.

Es una noche como la mayoría, las calles están vacías, sus habitantes comienzan a entrar en el sueño nocturno para esperar un nuevo día. La noche es tranquila y el viento está en silencio. Sin embargo, esta es una noche que cambiará el mundo y, como la mayoría de los cambios, puede provenir de los lugares más improbables, en este caso, un simple orfanato. Donde los niños privados del amor de un padre, mueren en esperanzas y sueños que tal vez nunca se hagan realidad. Si bien la mayoría de los niños en este orfanato pueden encontrar compañía con aquellos que se encuentran en una situación similar, ese no es el caso de un niño. Este niño es el joven Naruto Uzumaki, un niño de tres años con cabello rubio puntiagudo del color tan brillante como el sol y ojos como estanques de zafiro líquido. Este Niño es inusual para la mayoría, ya que es un contenedor para un ser con rasgos curiosos de zorro. Esta criatura llamada demonio por muchos está encerrada dentro del niño pequeño después de una gran batalla el día del nacimiento del niño. Si bien esta entidad está contenida dentro del niño de forma segura, las masas ignorantes no la ven como tal. El niño es un mero chivo expiatorio del tormento emocional y psicológico de las masas que en su dolor se han hundido tanto como para regañar al contenedor creyéndolo ser la entidad parecida a un zorro encarnada o en posesión de esta criatura de nueve colas. Su odio equivocado dirigido a alguien tan joven seguramente tendrá consecuencias en un niño en desarrollo, pero el niño es fuerte y firme en sus creencias. Torturarlo como puedan, pero romper el espíritu de este niño requeriría mucho esfuerzo. Si bien esta entidad está contenida dentro del niño de forma segura, las masas ignorantes no la ven como tal. El niño es un mero chivo expiatorio del tormento emocional y psicológico de las masas que en su dolor se han hundido tanto como para regañar al contenedor creyéndolo ser la entidad parecida a un zorro encarnada o en posesión de esta criatura de nueve colas. Su odio equivocado dirigido a alguien tan joven seguramente tendrá consecuencias en un niño en desarrollo, pero el niño es fuerte y firme en sus creencias. Torturarlo como puedan, pero romper el espíritu de este niño requeriría mucho esfuerzo. Si bien esta entidad está contenida dentro del niño de forma segura, las masas ignorantes no la ven como tal. El niño es un mero chivo expiatorio del tormento emocional y psicológico de las masas que en su dolor se han hundido tanto como para regañar al contenedor creyéndolo ser la entidad parecida a un zorro encarnada o en posesión de esta criatura de nueve colas. Su odio equivocado dirigido a alguien tan joven seguramente tendrá consecuencias en un niño en desarrollo, pero el niño es fuerte y firme en sus creencias. Torturarlo como puedan, pero romper el espíritu de este niño requeriría mucho esfuerzo. El niño es un mero chivo expiatorio del tormento emocional y psicológico de las masas que en su dolor se han hundido tanto como para regañar al contenedor creyéndolo ser la entidad parecida a un zorro encarnada o en posesión de esta criatura de nueve colas. Su odio equivocado dirigido a alguien tan joven seguramente tendrá consecuencias en un niño en desarrollo, pero el niño es fuerte y firme en sus creencias. Torturarlo como puedan, pero romper el espíritu de este niño requeriría mucho esfuerzo. El niño es un mero chivo expiatorio del tormento emocional y psicológico de las masas que en su dolor se han hundido tanto como para regañar al contenedor creyéndolo ser la entidad parecida a un zorro encarnada o en posesión de esta criatura de nueve colas. Su odio equivocado dirigido a alguien tan joven seguramente tendrá consecuencias en un niño en desarrollo, pero el niño es fuerte y firme en sus creencias. Torturarlo como puedan, pero romper el espíritu de este niño requeriría mucho esfuerzo.

Naruto: Mira a las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora