rude | JenLisa OS

Rude

[ 💌 ]

¿Jennie rude? Imposible, Jennie no puede ser una chica ruda, ella es más bien como una pequeña masita qué necesita mimos y protección. Es una bebé qué debería de estar en una pequeña cajita de vidrio para que nada ni nadie le haga daño.

Jennie era una chica de 16 años, que vivía con lo necesario, no le hacía falta ni tampoco le sobraba, por suerte en el matrimonio de sus padres no había ningún problema, era hija única y por lo tanto era un poco mimada. (por no decir que mucho)

Además de los mimos de sus padres y de su única amiga, también estaban los mimos de su novia Lili.

Lisa una chica de 18 años, ella no buscaba los problemas, los problemas la buscaban a ella. Lisa es un tanto ruda y suele estar con un semblante serio o de mal humor todo el día, o así es hasta que su linda Nini aparece. Cuando la ve una sonrisa se forma en su rostro, ¿Y a quién no? Jennie era como un osito de peluche, linda y tierna.

La castaña se encontraba preparándose para ir a la preparatoria. Sus notas eran buenas, era de las mejores alumnas en el lugar y eso ponía orgullosos a sus padres.

—¡Mami ya me voy!—Jennie bajó con pequeños saltitos las escaleras

—¿No vas a desayunar pequeña?

—No tengo tiempo, así que desayunaré allá

—De acuerdo, ¡Qué te vaya bien!

—¡Gracias mami!

Jisoo era la única amiga de Jennie, y es que sólo había una razón para que la castaña no tuviera muchos amigos. Todos decían que era una niña mimada y presumida, cosa que a Jennie la ponía algo triste. A ella le gustaría tener muchos amigos pero lamentablemente eso no era posible.

Mientras se dirigía a su aula caminaba y daba uno que otro saltito contenta, no podía esperar a que llegara la tarde y poder ver a su Lili.

Hasta que su felicidad se terminó al encontrarse con dos chicos desagradables, mismos que varias veces la molestan con lo mismo.

—Miren, ya llegó la niña fresita—Dijo Bobby burlesco

—¿Qué pasa niña fresita? ¿Porque ya no saltas contenta?—Habló Mark imitando los saltitos de Jennie

—¡No soy una niña fresita!—Jennie se cruzó de brazos molesta

—Ni siy ini niñi frisiti—Mark se burló

—Entonces eres una mocosa mimada—Bobby soltó con molestia—¿Cuando vas a madurar eh?

—¡Eso no les importa!

—Eres una mocosa tonta ¿Escuchaste? M-o-c-o-s-a t-o-n-t-a—Bobby repetía mientras golpeaba la frente de Jennie con su dedo índice

—Déjenme en paz.... —Los ojitos de Jennie se cristalizaron

—Uuuy qué pasó? ¿La bebé ya va a llorar?—Mark fingió un puchero mientras tallaba sus ojos en burla —Niña fresita, mejor regresa al jardín de niños, ahí serás bien recibida

El par de chicos se alejaron riendo mientras que una lagrima bajó por el moflete de Jennie.

El timbre de la casa sonó y una castaña adormilada con pijama de gatitos abrió. Una gran sonrisa gumosa se formó cuando miró a Lisa ahí, vestida completamente de negro y con su chaqueta de cuero qué siempre carga.

—¡Lili!—Jennie se abrazó a la pelinegra

—Hola princesa ¿Cómo estás pequeña?

La castaña se separó del cuerpo de Lisa y un pequeño puchero se formó en sus labios.