Maniac (parte única)

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Halloween. Era probablemente la primera fiesta a la que Regulus iría desde aquella fiesta en el verano, que en definitiva no acabó nada bien. No es que siguiera sufriendo por su ruptura, solo dejó de ir a fiestas porque James era siempre quien lo llevaba, en ocasiones también lo invitaban a él pero, por más mal que suene, si llegaba a ir después del rompimiento, era solo por un buen polvo.

Claro que esta ocasión sería la excepción, era la fiesta más importante del año, todo conocido de su hermano en la ciudad -y fuera de ella- asistiría a esta fiesta. Era la fiesta de Halloween, sí, pero por sobre todo, la fiesta de cumpleaños de Sirius Black.

Sus padres siempre salían durante esta época del año, dejándole a Sirius el paso libre para utilizar la gran casa en la que vivían como bar. Regulus sabía que, muy probablemente, sus padres ya sabían sobre estas fiestas y hacían la vista gorda con tal de que el mayor se siguiera encargando de los negocios el resto del año. Tal vez no se imaginaban la magnitud de las fiestas, cada año era más grande y larga que el anterior.

No se quejaba, a fin de cuentas siempre iban también sus amigos y él se tenía que encargar de conseguir la hierba. Este año había pensado seriamente en irse de su casa durante la noche y así evitar la fiesta. No quería tener que cruzarse con el mejor amigo de su hermano de nuevo, últimamente había estado sumamente irritable. Sólo aceptó porque Sirius le dijo que Lily también iría y sabía que ella evitaría que James hiciera alguna idiotez.

Salió de su nube de pensamientos notando que no había terminado de arreglarse y aún tenía que contactar a Severus para que le llevara su pedido hasta después de las 9 para evitar que Kreacher, su mayordomo, lo viera recibir la hierba.

Se terminó de vestir con unos jeans negros ajustados y rotos de las rodillas, una camisa del mismo color abierta hasta la mitad de su torso, y una chaqueta -que era casi un saco- de cuero muy bien arreglada que Sirius aseguró que iba muy bien con su estilo. Como últimos detalles se colocó unas argollas en el helix de la oreja, algunos anillos y una pequeña cadena de plata que, recordaba muy bien, James le había regalado un mes antes de su ruptura, tal vez a inicios de agosto.

Se miró una última vez en el espejo y le mando un mensaje muy breve a Severus, confiaba en que si amigo ya supiera su pedido de cada año, pero nunca estaba de más confirmar.

Salió de su cuarto y bajo trotando las escaleras hasta el segundo piso para tomar unas botellas de Vodka y Tequila antes de bajar.

—¡Reggie! ¡Ayúdame con el bar!—oyó a su hermano desde el piso de abajo

—¡Eso hacía!—Tomó las botellas y bajo hacía el primer piso que ya tenía toda la vista para una fiesta.

Los amigos, y novio, de su hermano ya estaban ahí, ayudando con las luces y decoración. Solo pronunció un saludo distante mientras se dirigía a la barra del patio a dejar las botellas. No quería causar un momento incómodo con James el día de Sirius -autodenominado así por el mismo Sirius-, ya había sido lo suficiente incómodo toda la semana como para soportarlo también hoy.

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Los invitados comenzaron a llegar por montones, podía reconocer a algunos de la secundaria de Sirius, no podía creer que siguiera en contacto con ellos.

Cerca de las nueve y cuarto, sus amigos llegaron junto con Severus, y lo más esperado de la noche. Se encargó de distraerse con ellos la gran mayoría del tiempo fingiendo que no sentía la mirada de Potter sobre su cuello cada vez que estaba a menos de medio metro de Barty.

De acuerdo, ya le estaba hartando la posesividad, sin motivo, del mayor. Barty era su mejor amigo y, aunque fueran algo más, James no tenía derecho a entrometerse, ya no eran nada.

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⏰ Última actualización: Mar 20, 2023 ⏰

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