Three thousand years of waiting

Capitulo 1

—a-niang —llamó la pequeña que se sujetaba del carrito de compras

—que pasa a tian? —preguntó. La niña señaló un refri con cajas de waffles congelados y su a-niang supo que se refería a la cena

—podemos? —pregunto con ojos tiernos, como podía hua ying negarse a eso?

—por supuesto que si mi bollito —contestó mientras la niña sonreía con satisfacción mientras bajaba del carrito

—yei! A-niang cocinara waffles para la cena! Gege volverá pronto? —preguntó mientras sacaba unas cajas del anaquel

—me envió un mensaje, volverá para la cena —contestó regresando a dejar los waffles

—que bien! Ya quiero que regrese, estuvo mucho tiempo con los abuelos!

—lo sé, pero tenía que regresar, ser un oficial celestial no es cosa fácil —comenzó a empujar el carrito de compras mientras miraba la hoja donde tenía anotadas las cosas que compraria y la niña caminaba junto al carrito

—por qué A-niang no regresa con los abuelos? —preguntó con inocencia, tenía mucho tiempo que no regresaban a alguno de los reinos inmortales a esepccion de su hermano. Sin embargo, una de las razones por las que hua ying no había salido del reino mortal en tres mil años era porque esperaba a alguien.

—lo haré cariño. Solo quiero quedarme aquí contigo. Quiero que vivas una infancia normal mientras puedes —dijo excusándose

—los demás niños crecen muy rápido! Por que yo no puedo? Quiero ser como gege y ayudar a todos! —exigió, hua ying la miro recordando el lema de hang Guang jun, ellos también ayudaban a quien lo necesitaba. Era parte de ellos y ahora parte de ella. Se lleno de nostalgia y reprimió las ganas de llorar mirándola con una sonrisa triste

—mi niña, eres muy honrada y valiente… De corazón noble… eres… igual a… tu papá —suspiro tomándola de su tierna carita y sonrió tristemente recordando la de su difunto esposo. Toda su cara era igual a él menos sus ojos, claro

—cuando volverá die die? Tiene muchos años sin regresar! Ya son 36,000 lunas con esta! —dijo rápidamente sin darle oportunidad a su a-niang de contestar

—A-tian, lan zhan… No se cuando vuelva, o si lo hará. Siempre te lo digo, pero tu no debes preocuparte por eso, solo se una buena niña en casa y en la escuela —pidió revolviendo su cabello que le llegaba poco debajo de los hombros atado en dos medias colitas adornado con dos moñitos rojos combinando con sus ropas tradicionales iguales a las de Hua Ying.

—Esas escuelas no me gustan! Enceñan cosas que ya se hacer muy bien! Quiero practicar con mi espada y mi flauta! Seguir cultivando mi núcleo! —exigió, la niña estaba harta de las enceñazas mundanas, quería regresar y pulir sus habilidades, ayudar a la gente y a su familia

—Cariño, eres una niña muy fuerte, valiente y justa. Date la oportunidad de ser una niña más tiempo antes de que sigas cultivando. Si? —la pequeña aun molesta e indignada hizo un puchero en desaprobación

La niña hizo un puchero, hua ying la cargo y la alzó en el aire para después abrazarla muy fuerte y con mucho cariño

—Creces muy lento, demasiado. Hace un milenio que tienes cinco años… A-tian? —la llamo, la pequeña Hong se había quedado paralizada viendo a la nada por alguna razón. El también lo sentía. Un alma había re encarnado. Una que seguramente conocía. Sin embargo, siempre pasaba eso, y podia ser que no fuera el alma que esperaba, así que no le dio importancia y se dedico en mirar a la misma dirección que su hija llegando a una sección donde vendían bollos. Su comida preferida, por su puesto —por allá…? Bollos? Quieres bollos? Llevemos algunos