Capitulo 2.- Tee

42 3 0
                                    

No dejaba de pensar en el porque mi hermano quería tener cerca a la hija del asesino de nuestros padres, quizás cuánto tiempo la llevaba siguiendo sin hacerle nada, o quizás ya le ha hecho un par de cosas con los regalitos que le envía con Nita, me levante de golpe de la cama y tuve intenciones de ir a interrogarla sobre el tema, pero quizás le causaría sospechas, a pesar de llevar años en una relación con ella jamás le he confesado mi parentesco sanguíneo con el jefe del Cartel.

Pase por el Hall principal hacia la gran cocina a buscar un poco de agua, y para mi sorpresa, Nam se encontraba en ese lugar también, ella me sonrió y me señaló hacia la repisa para que me acercara con un vaso y la acompañara a beber, la quedé viendo unos segundos, evitaba lo posible beber en este lugar, porque incluso mi hermano había mandado a dormir a varios de sus hombre tan solo con una copa de vino, o un vaso de whisky, me acerqué de todos modos, Nam me conocía desde pequeña, de echo antes de cumplir la mayoría de edad estuve a cargo del cuidado y la protección de su hermana Fade, y su novio Saint, por lo cual a demás de a mi hermano a ella le confiaría mi vida.- ¿Que trama Heng drogando a la hija del bastardo Armstrong?- le dije derrepente sentándome junto a ella, ella me sonrió negando con la cabeza, la seguí viendo y volvió a sonreírme - Aunque lo supiera, no podría decirte nada Freen, pero para tu tranquilidad... no tengo la menor idea - me comento sincera, no le creo mucho, pero entiendo que su lealtad estaba con Heng antes que conmigo - Dile que necesito hablar con el... que me llame con su perrito faldero antes de medio día... o voy a llegar sin aviso - le comenté, me levante de la silla y le besé la frente - Buenas noches Orntara - le dije pesadamente, algo tramaban, y eso me tenía intrigada.

Volví a mi habitación pero para mi sorpresa Nita ya no estaba, revise mi reloj y eran cerca de las 5 de la mañana, que diablos debía hacer en donde fuera que fuese ella a las 5 de la mañana, la rabia empezó a recorrerme todo el cuerpo, esto estaba mal, ella me estaba mintiendo estaba segura, pero lo que me tenia con una intriga mayor es si toda la actitud de ella era orquestada por mi hermano, o eran iniciativa de ella, lo que a esta altura no sabría decir cual sería peor, tome mi chaqueta de cuero y con una vista rápida en la mesa busqué  mis llaves y salí de a habitación tan concentrada en mis pensamiento que apenas les di tiempo a los guardias que abrieran el gran portón antes de salir a toda velocidad en mi motocicleta, apreté el manos libre que traía en el casco y di rápidamente con quien necesita hablar - ah?...- apenas escuche quejarse por el otro teléfono - Necesito verte...- le grite irritada - ¿Que? Qué pasó... Freen! Son las 5 de la mañana acabo de coger, vete al díablo!...- me grito por el otro lado de la línea Tee - Necesito verte... ahora! Tienes 10 minutos para sacar lo que sea que te hayas cogido de tu cama!- le grite y le corte, era la única que podía ayudarme en este momento, era la única que podía ser mi cable a tierra, y al parecer, era la única en quien podía confiar.

Estuve 5 minutos esperando que Tee se dignara a aparecer, apenas vestida con una camisa que cubría parte de sus bragas dando portazos tras de ella, con una pistola en una mano me apunto a la cabeza y con la otra me cogió del brazo empujándome contra la reja - Ultima vez.... Que me haces una escénita cómo está Sarocha.... Última vez, mira que en dos segundos se me olvida quienes fueron tus padres, quien es tu hermano - me grito presionando el revólver en mi cien, levante los brazos mostrándole que no traía ningún arma en las manos, me cogió del pantalón y tiro al suelo la que traía en los bolsillos y al fin me soltó  - Hago así...- me indicó chispeando los dedos - y en dos segundos estás llena de plomo! Idiota!...- me increpó bajando su arma y arrojándola junto a la mía. - Pero jamás lo harías... - me burle de ella - Estúpida... entra, y deja tu arma allí... no me tiendes Sarocha... no me tientes...- termino.

Me dejo al menos 10 minutos sola en la sala esperando que la rabia se le bajara, sin antes arrojarme un par de cervezas por la cabeza, bebía una de ellas cuando bajo junto a una chica mucho más baja que ella y claramente más joven de cabello rubio, la chica me quedo viendo y Tee le tomo el rostro con sus manos y la besó, algo le dijo suavemente en su oído que la hizo sonreírme y despedirse con la mano desde el umbral de la puerta, Tee chispeó los dedos y uno de sus guardias se acercó a ella, le dio unas indicaciones y salió junto a la chica. - Vaya vaya!... así que ahora andas tras hijitas de papá ...- me burle de ella mientras le arrojaba una cerveza - ¿Lo mismo le reclamas a tu perrita faldera? - me respondió Tee quitándome la botella a medio beber de la mano - ¿Que?- me miró extrañada, debe haber notado cómo mi rostro se desfiguró - ¿A que te refieres con reclamarle?- le pregunte - Enserio ....¿Freen?... - se dio media vuelta para prestarme más atención - La noviecita de Turno de Nita... la pequeña Armstrong es la mejor amiga de Irin... que por cierto, no es una diversión... - me aclaro.

¿La Noviecita de Nita? Que habrá querido decir, o buscará provocarme por la interrupción de hace un rato, no eso era imposible a Tee jamás le he hablado de Nita como algo serio, nos vio un par de veces pero jamás le confirmé nada, al contrario, preferí mantener esa información lejos de personas externas al Cartel, y en realidad jamás se dio ese tipo de conversación con ella - ¿Que pasa Freen... porque traes esa cara?- me insistió quitándome de mis pensamiento - Armstrong... eso pasa, ¿Que sabes de ella?- le pregunte, y Tee coloco los ojos en blanco - De eso se trata, Heng tardo en comentártelo - me dijo ella - Ese es el problema Tee... - le dije en un tono frío y áspero, el cual la hizo detenerse y volver a acercarse a mi - Ni Heng, ni Nam, ni Nita.... Nadie ha dicho una puta palabra! De que están tramando, y por qué diablo la prefieren mantener con vida - le increpe, Tee me quede viendo unos segundos y dio  un chasquido con sus dedos, tan fuerte que dos de sus guardias llegaron de inmediato - Necesito privacidad, nadie... escuchen bien, nadie puede interrumpirnos -

Su adicción, mi perdición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora