Capítulo 4

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Narración segunda persona: Joaquín

A otro día ni yo supe como es que seguía vivo, en fin me cambie para ir a clases, desayune y después me fui, llegué a mi salón y el profe ya estaba ahí alistando sus cosas, subí más mi falda y entre

Hola - dijo -

Hola - dije -

Llegaste temprano, ¿pudiste caminar sin dificultad? - pregunto -

Si, me tomé una pastilla para eso, así que de fortuna estoy vivo - reímos -

Oye, ayer me dijiste que querías tocar piano ¿no es así? - dijo, yo asentí -

¿Porqué la pregunta? - dije -

Bueno, es que podría decirle a mi hermano Ari que te ayude - yo sonreí -

¿En serio haría eso por mi? - dije emocionado -

Si - el sonrie, lo abrace -

Gracias profe - dije - solo le diré a mi mamá

Va, yo le digo a mi hermano y ya tu me dices donde vives para que mi hermano vaya - dijo -

Debido a lo emocionado que estaba lo bese, el me siguió el beso, rodee su cuello pone sus manos en mi trasero debajo de mi falda y aprieta mis glúteos a su gusto

Eres una perra bebé - dice nalgueandome -

Su perra - dije volviéndolo a besar -

Mete su lengua a mi boca, ahora me hace pegar al escritorio y me sube en ella, se posiciona en medio de mis piernas mientras me besa acaricia, besa mi cuello y yo lo alce poniéndolo a su disposición, hace que me acueste en la mesa quita de un solo lado y el otro lo deja en mi tobillo, se baja la cremallera de su pantalón y baja un poco de la tela de su boxer y entra en mi

Ahh - tapa mi boca y el se empieza a mover  -

Se movia rudo y sin piedad yo jadeaba lo más bajo, ya que podrían escuchar y soy muy escandaloso y más si me coge un hombre tan sexy como mi profesor, con otra mano apretaba mi cuello, sus estocadas eran más rudas y profundas mis piernas a los costados  de su cadera, quita su mano para besarme

Tocaba mi punto, mordí su labio debido a sus estocadas, este hombre era un salvaje, y algo que si tiene en común con sus hermanos es eso, aprieta más mi cuello, yo jadeaba se sentía tan jodidamente bien, me dio más duro mientras tocaba cada vez mi punto, llegábamos al clímax mi vista era borrosa y podría notar mis ojos en blanco, nos venimos, mientras nos besabamos nos acomodabamos nuestras ropas





409 palabras

Confesiones de un adolescente hormonalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora