Un joven. Un chico que a su edad, no sabía lo que le esperaba. Un muchacho que a su edad era bastante despistado, pero con mucha pasión, y aún así ; acepto tal desicion. Su casamiento, el simple hecho era porque su familia estaba en banca rota.Una familia pescadera que poco a poco su economía se desmoronaba y era terrible, pero lo hacía porque amaba a sus padres. Amaba a su familia.
- ¡Jungkook, se nos hace tarde! — gritó la madre del mencionado chico, era bastante estricta pero así como su hijo. Lo amaba y quería lo mejor para el.
- Dios, este chico me sacará canas verdes. — suspiro con pesadez logrando como consuelo un "tranquila, cariño" por parte de su esposo.
- Lo siento. — habló el chico con la respiración agitada gracias a su corrida, de su habitación hasta la puerta.
- Vámonos ya. — dijo su padre casi a un susurro para ayudar a su esposa a montarse en el carruaje. Era una familia muy...eh... muy particular, no me dejaran mentirle. Pero aún así, y aunque no se note se quieren.
El camino hasta la casa de la otra familia, fue muy incomoda. Tanto la tos del chico que manejaba el carruaje, su madre recordando lo que debía de hacer y lo que no. Su padre apoyando a su madre, le iba a explotar la cabeza al pobre muchacho.
- Por lo menos tenemos eso a nuestro favor. ¡Por Dios, Beom, deja de toser! — gritó la madre del chico escuchando una respuesta. Un simple "perdón", vaya.
- Lo intentaré madre. — sus nervios se notaban a simple vista.
Luego de tremendo grito de por parte de la señora Jeon, se dispusieron a bajar del carruaje. Y todos tenían emociones diferentes, el señor Jeon estaba que no le importaba la situación. La señora Jeon estaba emocionada. Y luego tenemos a Jungkook, el tenía miedo, miedo a no hacerlo bien. Y no lo culpamos, es un golpe de agua fría.
- Jungkook por Dios, tu corbata. — y ahí estaban, su madre tratando de poner bien su corbata mientras Jungkook decía que lo dejara así. En fin, las madres.
Pero por otro lado estaban los Lee, conocido por el pueblo como los más ricos y poderosos de tal "país". Se les conocía por sus riquezas, sus personalidades y más que todo por su hija. Lee Ji-eun. La más hermosa del pueblo, tan amable, tan linda, es la mujer perfecta para cualquier hombre. Pero no todo es así, recuerden. "Caras vemos, familias no sabemos".
- Cuando llegamos a este punto. Casar a nuestra hija con gentuza. Me irrita de tanto pensarlo. — exclamó la señora Lee, su esposo quien le daba la razón a su mujer.
- Tiene que ser perfecto, la boda debe ser perfecta. — dijo casi en un grito el señor Lee, bien, esto iba a salir muy mal.
- ¡Ja! Quien iba a pensar que nuestra hija con cara de nutria, nos iba a abrir el camino hacia el poder.
Y ahí estaba, la pobre muchacha. Quien se iba a casar solo para ayudar a sus padres, el simple hecho, era. "Bancarota" y que se podía esperar de esta horripilante ocasión.
- ¿Y si Jungkook y yo no nos gustamos? — la pregunta de la chica rompió el incómodo silencio de la habitación.
- Como si eso tuviera que ver con el matrimonio. — la voz de molestia por parte de la madre, hizo que la joven se estremeciera por una fracción de minutos.
- ¿Acaso crees que tu madre y yo nos gustamos? — ahora hablaba su padre.
- S-supongo que un poco.
Sus palabras lograron que sus padres se miraran, cada uno pensaba diferente.
- "¿A mi? ¿Gustarme este cara de huevo? Ni loca. " — pensó la señora Lee.
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Mi deseo de vivir
FanficJungkook es un joven a último momento le informan sobre su casamiento con una hermosa mujer. Al cometer un error en sus votos, decide practicar en un solitario bosque sin pensar que reviviría a un muerto. - Tú te casaste conmigo. - E-es un error. ✨...