Cambiando por amor

Prologo

Makoto, vestida con sus mejores ropas, se sintió deprimida.

Una vez más ella y Ami eran las únicas en la mesa sin citas.

Usagi y Mamoru se sentaron uno al lado del otro frente a ella, discutiendo sobre qué entrada iban a compartir; Mina y Kunziteestaban al final de la mesa, Mina le contaba a Rei una historia sobre algo imposible que le sucedió en el departamento de calzado.Rei y Jadeite no eran técnicamente una pareja, según Rei, pero definitivamente actuaban como tal. Jadeite estaba sentada entre ellay Rei, escuchando la historia de Mina, pero Mako lo sorprendió mirando a Rei con tanta frecuencia como a Mina. Había pasado unasemana desde que Jadeite había regresado para pedir perdón y Rei le había puesto un ojo morado, pero por la forma en que Rei lomiraba (cuando pensaba que nadie más la miraba) se dio cuenta de que no tendría que esperar. mucho más tiempo para que ella serindiera.

Makoto nunca lo habría admitido, pero pensó que la forma en que la esperaba era romántica.

Ami estaba escuchando la historia de Mina con poco entusiasmo, al igual que Kunzite, que ya la había escuchado cinco veces ese día.

Mako revolvió su comida con apatía y Rei tuvo que decir su nombre dos veces para llamar su atención.

"¿Eh?"

"Les estaba diciendo que tenías una historia interesante sobre lo que te pasó hace dos semanas", repitió Rei, "sobre ese tipo que setopó contigo".

"Oh, sí," se animó

."Dime, Mako-chan", intervino Mina, "¿era lindo?"

"Déjala que lo cuente, Mina," reprochó Rei.

"Uh, él está bien, no lo sé", mintió Mako, "Realmente no me di cuenta".

"Así que era lindo", prosiguió Mina, "siempre te fijas en un chico, Mako-chan. No intentes engañarme, soy una profesional".

Kunzite arqueó una ceja sobre esto, pero no dijo nada.

"Bueno, está bien, era guapo", admitió Mako, "pero es un verdadero idiota, las apariencias solo llegan hasta cierto punto".

"Muy cierto," estuvo de acuerdo Mina.

"¿¡La dejarías contar la historia ya!?" Rei lloró exasperada.

"Voy a dejar que ella lo cuente", respondió Mina.

"Señoritas, por favor", interrumpió Kunzite, "dejen que Kino-san comience".

Todos miraron a Mako. Ella se puso un poco roja.

"Uh, bueno. Estaba caminando desde mi tienda a través del parque para hacer una entrega en la oficina de Mitsubishi, y estabaocupándome de mis propios asuntos cuando este tipo chocó contra mí, quiero decir, ¡prácticamente me pisó!"

"Debe haber sido muy alto", comentó Jadeite irónicamente y se ganó un golpe en las costillas de Rei que sufrió con un silencio de buen humor.

"Sí, lo era", dijo Mako, sin darse cuenta, "probablemente era tan alto como Kato-san".

"Él también debe haber sido guapo", comentó Kunzite.

Mina resopló en su coca cola.

"De todos modos", continuó Mako, "él no se disculpó ni nada, incluso actuó como si pensara que debería disculparme con él porestar en su camino. Bueno, salió corriendo y dije que se fuera, pero en mi camino de regreso el parque, ¿quién crees que me toca el hombro?

"Espeluznante", comentó Mina.

"¿Que queria el?" Ami preguntó con su voz suave. Ella estaba apoyando su mano en su mejilla.