Era un nefando viernes a las 11:00 de la mañana en la clase de historia con Sergio. Entraba un olor exquisito por la ventana a tostadillas de la cafetería. A la hora del recreo iba a bajar a pedir una de tomate, como suelo hacer. Beelzebub me habló, en tono bajo para no llamar la atención de Sergio
--- ¿oye, me acompañas a ir a la cafetería a recoger las merienda que me he pedido? ---
--- ¿Se pueden pedir? Justamente iba a encargarlas ahora, asi que iré contigo. Luego me pasas el número. --- añadí discretamente ---
--- ¿Cuales te vas a pedir? Yo creo que esta vez cogeré la de tomate, la sutil combinación de sabores del tomate y el aceite es algo clásico a la vez que excelente, además de la textura crujiente del pan por fuera a la vez que la ternura del pan interior donde se absorbe el tomate. Este factor hace que realmente sea fácil de comer puesto que no se queda tan seca como otras tostadas. --- Además, no llevo demasiado dinero --- Añadió Beelzebub
--- Yo...Yo pensaba pedir la misma...--- dije un poco sorprendida por su extensa explicacion --- No sabía que analizabas tanto las tostadas ---
---Pues cl-...---
--- ¡¡No habeis parado de hablar en toda la hora!! Venga, enseñadme lo que habeis hecho en estos veinte minutos --- dijo Sergio enfurecido
...
La clase finalizó tras un largo silencio entre Beelzebub y yo por culpa de la bronca de Sergio, ya que habíamos citado las fuentes de wikipedia en lugar de las de biblioteca ugr y tuvimos que empezar de cero. Beelzebub estaba listo para salir mientras que yo aun no había recogido mis cosas.
--- Voy a la cafetería, te espero en la puerta --- me dijo mientras se marchaba
--- Está bien --- dije mientras estaba algo agobiada ya que tenía muchas cosas que guardar
Mientras metía las cosas en la mochila decidí buscar mi monedero para tenerlo preparado, pero tras mirar en todos mis bolsillos me di cuenta de que me lo había olvidado en casa y no me había traido nada de comer. Me levanté y salí de la clase bastante decepcionada.
...
Me senté donde Beelzebub y yo solemos pasar los descansos para esperarle. No me apetecía nada pasar por la cafetería despues de lo que ha pasado. Después de unos minutos, llegó son sus tostadas en la mano.
--- Perdona por tardar, había ido al baño. Y perdona también por no esperarte, estaba muy hambriento.
--- No te preocupes --- contesté intentando disimular mi estado de ánimo
---¿Ya te has comido tus tostadas? Pensé que nadie comía más rápido que yo --- dijo Beelzebub con una sonrisa.
--- No... Verás me he olvidado de mi dinero... Pero no pasa nada, mañana me compraré --- dije mirando al suelo
--- ¿No tienes hambre? Yo no podría aguantar tanto rato sin comer... ---
--- No pasa nada por un día, además yo no siento tanta hambre como tú ---
Cuando acabé de hablar coloqué mi mochila y me recosté en el suelo; la clase de hoy había sido muy agotadora. Cerré los ojos mientras escuchaba a Beelzebub devorar su tostada. Cuando volví a abrirlos tras unos pocos segundos Beel estaba casi encima de mi, con media tostada en mano.
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--- Toma --- Dijo Beel con una sonrisa.
--- De verdad, no hace falta, tu la necesitas más que yo --- intenté convencerle de que se la quedara, puesto que se que él pasa mucha más hambre que yo.
--- Quedatela, de verdad --- insistió --- De todos modos... cuando estoy contigo se me olvida que tengo hambre... --- añadió con timidez.
Finalmente acabé aceptando y aunque no me di cuenta, acabé con la tostada en un tiempo récord para mi. Mientras tanto Beel me miraba mientras sonreía, parecía tan feliz como si se la estuviese comiendo él.
--- Gracias... Te invitaré a una mañana... --- dije algo avergonzada
--- ... ---
Beelzebub no dijo nada, y simplemente puso su mochila al lado de la mía y procedió a tumbarse al igual que yo. Durante el resto del recreo estuvimos observando el techo de plástico que nos cubría y pensando qué tostada le iba a comprar a Beel el próximo día; tenía que ser una de las caras... después de todo ha sido tan amable de compartir conmigo hoy cuando nunca antes lo había hecho con nadie... Estaba muy concentrada en mis pensamientos, cuando Beelzebub los interrumpió.
--- Tenemos que irnos a religión --- dijo sin mucho entusiasmo.
Me dio la sensacion de que le hubiera gustado quedarse así mas tiempo... o a lo mejor estoy analizando todo demasiado...
