Una vez más los superhéroes de París habían derrotado al mal. Ladybug y Chat Noir estaban a punto de irse para poder volver a su estado civil. Justo antes de que Ladybug se fuera, Chat Noir le agarra el brazo llevándola hacia él cuidadosamente, después toma sus manos y le muestra una sonrisa, luego le dice...
- My lady, sabes que puedes confiar en mí, te prometo que no le diré tu identidad a nadie, pero por favor dime quién eres, solo quiero saber quién es la chica que me vuelve loco cada vez que la veo...
Chat Noir mira a la Catarina con un rostro conmovedor, en sus ojos se le notaba las ganas que tenía de saber quién era su lady.
Ladybug observa a su gatito con un gesto triste, lentamente separa sus manos de las de Chat Noir y seguidamente se da la vuelta, luego se dirige a él diciéndole...
- Gatito... Ya sabes las reglas, no podemos saber quiénes somos en nuestro estado civil, por favor, no lo hagas más difícil...
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Posteriormente Ladybug, preparada para irse toma su yoyo el cuál se encontraba en su cintura, lo extiende y le dice a Chat Noir...
- No me malinterpretes gatito, esto lo hago por nuestro bien... Pero... te prometo que cuando derrotemos a Hawt Moth te diré quién soy.
La peliazul toma impulso y se desplaza con su yoyo hacia un lugar donde podría transformarse a su estado normal sin riesgos de ser vista.
Chat Noir ya no aguantaba tantos secretos y estaba decidido, iba a averiguar quién se escondía detrás de la máscara de Ladybug. Sin pensarlo dos veces, el chico tomó su bastón, lo extendió y siguió sigilosamente a Ladybug. Por supuesto que la Catarina no iba a elegir un lugar poblado para liberarse de su disfraz, por esto le tocó recorrer un largo trayecto para llegar a su escondite, lo que no sabía el bichito, era que su compañero la estaba siguiendo.
La ojiazul se encontraba en un callejón oscuro donde a nadie se le ocurriría pasar,la chica estaba a punto de decir las palabras para volver a su estado normal, mientras tanto Chat Noir la estaba observando desde la parte superior de aquella oscura y temerosa callejuela.
Sin nada más que decir, ladybug pronunció las valiosas palabras - Tikki puntos fuera-. En ese momento se convirtió en una hermosa chica de más o menos 13 o 14 años, esta tenía un fabuloso y provocativo cuerpo y unos perfectos ojos azules.
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