Contra Fuego [Natsuo Todoroki X Lectora]

1

No importa quien sea, no importa de donde venga o quien sea su maldito padre.

Es insoportable, mimado y egocéntrico.

-si me dejas juro que no volverás a verme-suplicaba la más irritante de mis amigas.

-no pienso inscribirme en ese estúpido club de baloncesto.-termine y salí rumbo al salón de clases.

Les dije que voy en tercer año de universidad, ¿No? Bueno ya lo saben.

-solo nos faltan dos miembros, ¡Solo dos!

-bueno, encuentra a otro que te ayude, yo paso de eso.

-fijate.-me reprendió cuando choque con él.

-l-lo sentimos Natsuo-san... -se apresuró a disculparse la enana de mi amiga.

-lo sentirás tú, yo no... -conteste seca.

-vaya educación. Patético-escuche lo último, vaya que si lo hice.

-idiota... -solte "accidentalmente" muy cerca de su oído.

-loca

-estúpido

-ramera

Lo perdí...

Apenas lo escuché salte sobre él. A Kamil Stho nadie ¡Nadie! Le dice ramera.

Jale con fuerza sus albinos cabellos hasta literalmente desprenderlos de su estúpida cabeza.

-¡Los dos a detención!

¿Olvide decir que Natsuo Todoroki estudia bajo el mismo techo que Yo?. Creo que sí.

Aclaremos algunos puntos importantes.

No soy una ramera, que eso quedé muy claro.

Bien. No soy una busca pleitos, pero cuando de Natsuo Todoroki se trata, pierdo los cabales.

-¿Cuál es tu jodido problema?-bramó con claro fastidio apenas nos encerraron en la sala de detención.

-tú.

-¡Arg!-tiro los pupitres cerca de él y se fue a sentar lo más lejos posible de mí.

Agradecí eso.

No entiendo cómo media universidad está embobada con este idiota, con él y su hermano... Otro Todoroki, lo que significa otro idiota más en el planeta.

Como unas tres horas más tarde la puerta fue abierta y ¡Oh, sopresa!

Touya Todoroki vino a salvar el tracero de su hermanito.

-joven Natsuo, puede irse-hablo el prefecto. Viejo idiota.

-no tenías porque meterte.

-si, si como digas. Saca el culo de aquí. Fuyumi te espera en el coche... -dijo el pelirrojo dándose media vuelta y desapareciendo.

-usted no, aún le quedan varias horas de reflexión-me detuvo el muy...

-a mi padre no le gustará eso... -odie esconderme bajo el nombre de mi padre, pero que él idiota sirva de algo.

-me sorprende el poder que puede llegar a tener un proxeneta en esta universidad.-añadió el idiota.

-es mejor que ser el hijo de un mafioso y una asesina.

-no tanto como ser hija de una prostituta barata.

Y lo volví a perder.

.

.

.

Pasamos el día entero en detención.

Eran aproximadamente las once de la noche cuando íbamos saliendo de la universidad.