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PERPLEJIDAD

Dicen que para saber de alguien hay que mirar directo a sus ojos.

Aquellos que embrujan y denotan pasión del alma.

Mirarte a los ojos mientras un balbuceó me dice tus anhelos.

No creí que husmear tus intenciones me tendría cariacontecida.

El entuerto que tuviste conmigo rompió mi corazón en mil pedazos.

Tu desidia era desgarradora.

Aunque he de hermosear siempre tu mirada.

Aquella que me hace correr de manera circular sin avanzar lejos de ti y tu perfidia.

En mi mente solo eres un monstruo con de tentáculos y sin corazón.

Desde mi retrospectiva deseas comerte mi corazón.

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