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La alarma del celular de Riki estaba sonando. Tomó su celular para apagarlo pero abrió los ojos como platos cuando vio que se trataba de un aviso, el aviso de que el cumpleaños de uno de sus amigos era ese mismo día, y como Jungwon y él le tenían pensado una fiesta sorpresa, tenían un horario acordado, pero Riki no lo recordó y ahora solamente tenía unos 20 minutos para llegar.

Se levantó rápidamente y caminó directamente al baño para darse una ducha rápida. Cuando terminó de alistarse, tomó una manzana y salió corriendo de su casa.

Y si, obviamente no se iba a olvidar de darle comida al pequeño gato de siempre. Estaba por sacar la lata de comida cuando vio al chico de antes dándole de comer al gato.

—Eres tú.—Dijo el japonés deteniéndose en frente de él mirándolo fijamente.

—Eh, si, soy yo.—El contrario se levantó y luego miró al más alto con algo de timidez.—Dijiste que yo le daba de comer en las mañanas...

—Cierto, eso dije.—Sí, había olvidado ese detalle también, tal vez su mejor amigo tenía razón, todo se le olvidaba, como en ese momento se le estaba olvidando otra vez la fiesta de Jake.—¡Mierda! lo siento, tengo que irme, nos vemos, o eso espero.—Soltó una pequeña risita y volvió a correr hacia donde se situaba la fiesta.

Cuando llegó tocó el timbre del departamento y Jungwon le abrió emocionado pensando que era el cumpleañero, pero al ver al japonés ahí solo lo miró con seriedad y tal vez enojo.

—Riki, llegas tarde.—El mencionado estaba a punto de disculparse pero el contrario lo jalo levemente hacia adentro y cerró la puerta con rapidez.—Ya no importa, Jake no tarda en llegar, escóndete.—El menor asintió e hizo lo que le pidió su amigo.

Empezaron a escuchar pasos que se acercaban hacia donde se encontraban, todos se prepararon para sorprender a Jake. Se escuchó el sonido de las llaves del dueño del hogar y se vio como la perilla de la puerta giraba para después abrirse. Cuando prendió la luz todos salieron de sus escondites gritando ''Feliz cumpleaños'', Jake se asustó pero no le tardo en aparecer una grande sonrisa en su rostro, algo que hizo que los demás también lo hicieran por ver a su amigo feliz.

—Muchas gracias, chicos, ya me había asustado, pensé que lo habían olvidado.—Dijo Jake entre risas.

—No lo hicimos, pero alguien casi lo hace.—Dijo una chica alta, rubia y con un color negro en la parte de su flequillo y por debajo de su cabello, mientras miraba al Japonés que estaba a lado suyo.

El castaño miró al menor y soltó una risa.—Eso ya es normal en Riki, así que con él no hay mucho problema.

Después de unas horas decidieron jugar con la consola, algunos sentados de expectantes porque no querían jugar y otros porque estaban esperando su turno de hacerlo.

—Oye, Jay, ¿Al final tu amigo no vendrá?—Preguntó el pelirojo mientras veía a los demás jugar.

—No, era de esperarse, no le gusta salir ni conocer gente nueva, apenas y puede ir a la escuela y hablarle a los maestros.—Respondió, haciendo lo mismo que Jungwon. Este asintió con la cabeza acompañado de un ''Ya veo'' sin quitar los ojos de la televisión.

—Se terminó, ¿A quién le toca?—Preguntó Jake, ya que su turno junto a Sunghoon había terminado.

—A mí y a Yoohyeon.—Respondió Heeseung parándose de su lugar al igual que la anteriormente nombrada.

—¿No me iba a mí?—Prenguntó el menor de todos confundido.

—No, ya jugaste hace rato, no te aproveches por ser el menor.—Dijo la alta con una mirada juzgadora.

Black Cat ✦ SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora