Prólogo

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Era una mañana tranquila, si lo recuerdo bien era un martes en la mañana.

-Yael, despierta que es hora de la escuela.

Me sentía fatal, no podía articular una palabra, me sentía débil y ni hablar de como mi mamá intentaba despertarme desesperada.

-¡YAEL! ¡POR FAVOR DESPIERTA!{Decía mientras lloraba despesperada}

Tengo mucho frío, ¿Por qué me siento tan mal? Se supone que ayer estaba bien, ¿Por qué me siento tan débil? Ayer todavía podía levantarme, no tengo idea de que pasó, sólo se que todo se volvió negro desde entonces.

Pendiente (se aceptan sugerencias)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora