AMOKOSICISIA

💢AMOKOSCISIA (1/2)

  Incremento del deseo sexual al            castigar a la pareja

(JISUNG SUB TOP, MINHO DOM BOTTOM)

Minho es el tipo de chico por el que tú suspiras cuando te lo topas en una parada de autobús. De cabellera larga y rizada, atada a una coleta pequeña en la parte más alta de su nuca. Su brazo izquierdo cubierto de tatuajes negros, una  mirada fría  y ropa tan oscura como su cabello. Sus manos ocupadas, una en su bolsillo y la otra en la lista infinita de canciones de nombres dudosos en una playlist interminable.

Sus ojos grandes y desafiantes desplazan una vibra peligrosa, una sintonía atractiva que sostiene en su órbita a chicas, y por supuesto, también chicos. De especial interés por los sitios poco transitados, los bares de mala muerte y los antros nocturnos.

El problema de Minho es que, además de verse como un buscapleitos. Es definitivamente uno complicado de tratar. Su paciencia es limitada, sus intentos por dominar sus impulsos frente a situaciones tensas son penosos, y su labio tiene más cortes que perforaciones en su oreja.

Pero el complicado chico de malos hábitos no es alguien totalmente independiente.

Lee Minho, un pandillero presumido de su fuerza y sus capacidades sobresalientes en cada área existente, es el novio y compañero del atractivo y dulce dependiente de una de las heladerías más grandes en el barrio alto de Seúl, justo en el pico más alto de Gagnam-gu

El joven muchacho de cabello rizado quedó prendado de la belleza indiscutible que irradiaba la perlada sonrisa del castaño de ojos rasgados, un día cualquiera en que por accidente se quedó dormido en el vagón del metrotren. Cuando abrió los ojos en la estación de Gangnam, decidió bajar a dar una vuelta, aprovechando la oportunidad de conocer un distrito diferente del que solía frecuentar. Se topo por casualidad con la pintosa heladería, y allí lo conoció. Desde eso, Minho comenzó a tomar el tren hacia Gangnam con la excusa de que pensaba en cómo invertir el dinero de sus peleas callejeras. 

Sin embargo, Han Jisung, el novio de Minho, no era precisamente lo que él esperaba que fuese el día en que lo vio por primera vez, con su uniforme colorido, acorde a la temática infantil del bonito local establecido, enfocado a la atención infantil del público objetivo.

Jisung resultó ser menor, adepto en técnicas marciales complejas, libidinoso, y un completo experto en el ámbito sexual. De buenas a primeras, Minho se mostró reacio a adoptar un rol más bien pasivo. Hoy por hoy tampoco lo acepta (en voz alta).

Jisung parecía ser la única persona que podía ganarle un enfrentamiento uno a uno en un ring de combate. Ágil, astuto, atrevido. Cualquier adjetivo quedaba bien para definir su estilo de pelea, tan limpio, tan pulcro; tan atractivo.

Ser consciente de este tipo de situaciones le freía el cerebro al pandillero de cabellos negros. Sus amigos no podían enterarse de cómo era la situación entre él y Jisung entre las cuatro paredes de la habitación que compartían hace algunos meses; pero Han no había tenido reparos en humillarlo frente a sus "invitados" aquel día en que, con esa voz firme, gruesa y demandante, le pidió con poca delicadeza que no dejara sus gatitos de peluches sobre su escritorio de trabajo.

¡No es que le gustaran la cosas suaves! Era solo que esos animales les parecían débiles, pequeños; necesitaban de alguien que los cuidara. Si, eso.

Minho no estaba conforme con la vergüenza que no supo disimular, y la mala excusa que dijo luego Jisung al inventar que eran de la hermana pequeña de Min. Los amigos de Minho sabían que el no tenia una hermana menor, por lo que no tardaron en reventar en carcajadas todo lo que vendría siendo su sala de estar.