Conociendo al Sr Junhyung

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El elevador subía piso por piso y mientras esperaba a que llegara los nervios me llenaron por completo y miles de preguntas se formaban en mi cabeza, ¿Y si me despedían? ¿Si mi jefe era un viejo decrépito? ¿Cometí un error? Mis pensamientos se fueron debido al "pip" del elevador, mencionando me que había llegado, frente a mi, a unos 5 pasos se encontraba el lugar que antes me daba curiosidad pero ahora me aterraba, me arme de valor y toque a lo que respondieron

-Pase- el estaba dando la espalda y mirando por el gran ventanal que tenía ahí, trate de hacer mis pasos seguros hasta llegar a su escritorio- Siéntese por favor Srta. McCartie- aun no daba la vuelta a lo que solo tome su palabra y me senté en cuanto el volteo no lo podía creer mi jefe era demasiado guapo y muy sexy, pero vamos que digo me voy a casar, pero no esta nada mal, lo mire detalladamente y en ese momento creo que se dio cuenta por como lo miraba a lo que me pregunto-Se encuentra usted bien Srta. McCartie?- rápidamente cerré y abrí mi ojos y asentí el hizo lo mismo y me pregunto- Sabe por que la mande a llamar-Trague saliva y conteste

-No señor, puedo saber el ¿por que? Si no es mucho pedir- gracias a dios mi voz sonó segura a lo que el asintió.

-Muy bien la razón por la cual la mande a llamar es por que me gusta su forma de trabajo y quiero que sea mi secretaria personal por mis viajes y asuntos personales no eh podido conseguir una y ya eh dado bastante trabajo a el vicepresidente y su secretaria- en ese momento recordé a Suzy y que ella ah estado muy ajetreada últimamente ya que es la secretaria del vicepresidente- así que por su trabajo y desempeño en esta empresa le pido sea mi secretaria, claro con un sueldo considerablemente mejor al que tenía siendo administradora, así que ¿acepta Srta. McCartie?-

- Claro señor, dígame cuando empiezo- esperaba que dijera la próxima semana pero su respuesta me aturdió completamente.

-Ahora mismo- eso era algo que no esperaba- Y no se preocupe- dijo con una sonrisa hermosa pero mas que nada, sexy- que ahí hay una hoja con lo que necesita estar al pendiente, una agenda con números y demás, si necesita algo o tiene dudas pregunteme a mi o a la Srta. Bae - yo solo asentí me dirigí a mi asiento, mientras leía lo que debía hacer el Sr Yong me hablo- ah por cierto puede utilizar su teléfono.

- Oh claro, muchas gracias Sr Yong- dije sonriendo a lo que contesto con una sonrisa.
El ambiente no era molesto ni nada yo trabajaba y el hablaba con su teléfono, a veces reía y otra se enojaba la tarde fue tranquila, hasta que llego mi hora de comer.

-Srta. McCartie le molesta si ¿la invito a comer?

-Ah...eh...No claro que no, vamos-dije tartamudeando

-Bien vámonos-el me abrió la puerta y me tomo de la cintura para que avanzara a su paso, maldije mentalmente ya que viéndolo bien cometí un error al aceptar, pero esos ojos avellana no me hacían pensar bien.

Bajamos del ascensor y nos dirigimos afuera donde esperaba un auto negro, el tan caballeroso me abrió la puerta para que subiera y enseguida subió el.

Durante el camino no hablamos nada y yo miraba hacia la ventana pero por mi rabillo podía ver que miraba mi cuerpo de una manera discreta, deteniéndose en mis muslos y sobretodo mi busto, después de 10 minutos de viaje llegamos a un restorán elegante.

Cuando entramos el lugar era mucho mejor que la entrada pero nuevamente mis pensamientos se fueron interrumpidos por mi sensual jefe, que mierda estoy diciendo es mi jefe y yo estoy comprometida, pero otra vez la voz de mi jefe me sobresalto.

-Disculpé estaba perdida, que me decía- dije regañando me mentalmente por lo que acaba de pasar

-Le decía que si el ¿lugar estaba bien?-

-Claro señor

- Pues bien vamos a sentarnos-el mesero nos llevo a nuestra mesa, nos dio la carta y se retiró.

EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora