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Marshall estaba enojado, Daniel dijo que se reunirían a las cuatro de la tarde pero ya pasaban de las cinco y el no había aparecido estaba a punto de irse cuando

Marshall_ se escucho_ hombre perdona, hubieron más entregas de lo que había previsto

Detrás de él estaba un cachorro de pelaje grisáceo el cual tenia desarreglado y algo sucio, el no llevaba un collar en vez de eso portaba un pañolete de color rojo similar al color de sus ojos, el era Danie

¿Tu eres Daniel?_ preguntó Marshall

Porque lo preguntas, no me digas que te olvidaste de mi_ respondió Daniel algo ofendido

Yo, la verdad no recuerdo nada de aquel día que nos conocimos_ dijo Marshall

¡En serio!_ Dijo Daniel sorprendido

Daniel, nesecito que me digas que fue lo que paso aquella noche_ exclamó Marshall

En el cuartel, al lado de una ventana, una cachorra tenía la mirada perdida en el cielo y con un suspiro deja notar su desánimo. Everest quién estaba junto a ella noto esto, Skye ya se había negado a la idea de salir pero aun así decidió insistir

Sabes, Katie ne dijo que les había llegado un nuevo Shampoo que deja el pelaje reluciente_ dijo everest

En serio aprecio lo que estas haciendo Everest pero no estoy de humor_ replico Skye quién no dejó de mirar por la ventana

Mira Skye, se cuanto te esforzarte para esa carrera pero no debes dejar que el haber perdido te deprima_ dijo everest determinada a levantarle los ánimos a su amiga

La Cachorra viendo la insistencia de su amiga terminó sediendo y aunque no tenía ánimos de salir trato de dar su mayor esfuerzo, aunque para eso tuviera que nesecitar un poco de ayuda
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Y eso es todo lo que se_ Daniel termino de contar su versión de la historia, en resumen ambos se habían conocido en aquella carrera de hace dos días y de inmediato se hicieron buenos amigos, Marshall le comentó sobre su “problema en el amor” y de cómo no tenía las agallas para confesarse

¿Entoces, tu quisiste ayudarme dándome aquellas galletas?_ preguntó Marshall

Bueno esa era mi intención, en la caja decía que ayudaban con los nervios pero se suponia que solo le debías dar una pequeña mordida no comerte la galleta entera_ respondió Daniel

Eso lo explica todo_ dijo Marshall avergonzado

Después fui por algo de agua pero cuando regrese, tu ya te habías_ dijo Daniel

Después de una larga platica Daniel se despidió de Marshall pues aún le quedaba un paquete para entregar. El dalmata, ahora sólo, se quedo pensando por un par de segundo para después de meditarlo volver al cuartel con una idea clara

Resolver este mal entendido

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Próxima semana, capítulo final

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