Capítulo 10: Embarazo.

7 3 0
                                    

Entre los pecados mayores que los hombres cometen, aunque algunos dicen que es la soberbia, yo digo que es el desagradecimiento, ateniéndome a lo que suele decirse: que de los desagradecidos está lleno el infierno.

Miguel de Cervantes.

-Si, por favor.

Pasaron 15 minutos después de llamar a Enzo y ya estaba aquí.

-Enzo, me preocupa que Mateo se sienta mal tan seguido.

-No te preocupes mi amor. -Lo regaño y le hago una seña para que hable más bajo. -Él no se siente mal, lo hicimos juntos para que yo viniera a ver el partido aquí.

-Oye, no jueguen más con eso, no vuelvas a utilizar la enfermedad de Mateo para tu conveniencia Enzo. -Digo molesta.

-Ya, perdón. -Me tira un beso discretamente.

Se ponen a ver el partido mientras Mavis me ayuda a preparar una merienda.

-Hija, quería disculparme por la escena de esta mañana.

-No te preocupes Nicky, yo te quería contar que tengo novio.

-¿A sí? .

-Si, es un chico de la escuela, llevamos un tiempo saliendo pero no sé los quería presentar hasta saber que iba en serio.

-Supongo que ya va en serio. ¿No? .

-Si... De echo... No se cómo decirte esto, me da mucha vergüenza. -Sus mejillas enrojecen.

-Solo dilo mi amor, para eso estoy aquí, para aconsejarte.

-Esta noche lo voy a ver, tendremos nuestra primera vez ambos y estoy muy nerviosa.

-Cariño, gracias por compartirlo conmigo, tienen que usas protección y...

Entra Luke echo una furia hacia su habitación directamente, sin mirar a nadie y da un portón.

Enzo me mira y se levanta del sofá preocupado al igual que yo.

-Quedate, voy yo. -Digo.

Me acerco a la habitación y abro la puerta lentamente, doy unos toquecitos y le digo:

-¿Mi niño, puedo pasar? .

No me responde, lo veo sentado en la cama, la vena de su cuello al punto de reventarse y lleno de comida por todas partes.

Me adentro en la habitación, cierro la puerta y me siento a su lado.

-¿Que pasa cariño, por qué estás así, que pasó en la escuela? .

-¿Quieres saber qué pasa mamá? . -Grita llorando y rojo como un tomate. -Pasa que quiero ser como tú, como Mavis.

-Pero eso es normal mi amor, es normal que un hijo admire a su madre y a su hermana mayor; y que de grande quiera llegar a ser como ellas, o sea, tener sus mismo valores...

-No me estás entendiendo, nadie lo hace. No quiero ser como ustedes con respecto a valores, yo quiero ser una mujer.

-¿Que? . -Esa palabra sale de mi boca como un suspiro. Esto era lo que menos me esperaba, no se ahora mismo que decir. -Mi niño, tu tienes 13 años, no puedes decidir algo así a tu corta edad, en la adolescencia uno piensa mucho en esas cosas, se empieza a confundir, es totalmente normal.

-No mamá, desde que tengo 10 años juego con las muñecas de Mavis y las de Amaya; y hasta ahí todo está bien pero solo quiero andar con niñas, si te das cuenta no soy como mi hermano Mateo que le gusta el fútbol o como Diego que se pasa la vida jugando con papá, yo no, nada de eso me llama la atención, a mí me gustan las cosas de niñas. -Suspira y sonríe. -Me gusta un chico. ¿Sabías? .

Mi familia 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora