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Cada día derramando una gota más de mi incomprendible razón de ser
No sabía si quedarme, en realidad no quiero hacerlo
Pero vivo intentado investigar cada pequeña cosa de mi vida
Sabía que tú alma y la mía no estaban destinadas para estar juntas
Entonces tuve que buscar en mi misma una venda para tapar mis heridas y no enbarrarme de sangre
Como quién apuñala una herrida no sanada quería intentarlo y me aferraba pero no se pudo,
no se podrá
Quizá el destino tenga algo preparado para cada persona
A decir verdad no confío mucho en el destino pero que se puede hacer en estos casos cuando estás cegada y no quieres escuchar a nadie



M.D
Juego de una navaja y la espada

Efímero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora