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Nunca me interesó saber quien fue la persona realmente culpable y por esto me culpo a mi. Ni siquiera yo misma se que haría si tuviera dicha información. No se nada acerca del accidente excepto por la muerte de las personas que trajeron a la vida.

3:07 de la madrugada y la culpa me carcomía mientras mis ojos ya enrogecidos no daban una lágrima más. Fue entonces ahí cuando decidí visitarlos al cementerio.

No hace mucho desde mi última visita pero noto el lugar un tanto diferente. El ambiente era pesado y las lápidas comenzaban a ensuciarse. Pareciera como si ya no le dieran mantenimiento. Pero esto era diferente con la tumba de mis padres, alguien estaba cuidando el lugar por mi.

En mi mano derecha unas rosas, las favoritas de mamá. En mi mano izquierda una botella de ron. Justo en el momento en que decido dejarles el presente a mis padres siento que una presencia me esta observando...

Un Cementerio y Un Galán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora