1.3
Un mes y diez días,
eso fue lo que tardaste en volver.
Una solicitud que me tomó por sorpresa,
y un mensaje que no se hizo esperar,
todo parecía tan simple para vos.
Me dejaste y volviste cuando quisiste,
y aunque me hubiese gustado decir que no, yo seguía ahí.
Te respondí, hablamos.
No entendía que estaba pasando.
¿Por qué me hablabas después de todo?
No obtuve respuestas o al menos no las que esperaba.
Las charlas eternas ahora solo eran charlas,
no hablamos por horas hasta dormirnos,
solo intercambiamos un par de mensajes antes de despedirnos.
ESTÁS LEYENDO
Amor fallido
PoetryLas relaciones amorosas son hermosas pero también duelen, y no solo cuando acaban.
