Capitulo 0:Entre la realidad

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Aquella sensación punzante volvía a su cuerpo, la tos y la sangre pronto comenzó a salir de su boca, su garganta se desgarraba a cada segundo que pasaba y aún con las señales de la muerte su rostro no cambio. Miro al frente, la poca luz de aquel baño público dejaba ver un poco su rostro en el espejo roto del lugar.

Cerro los ojos intentando calmarse, debía sobrevivir a esto, era su obligación por llevarse la muerte de tantas personas tras de si.

Todos tienen un destino que seguir, constantemente se recibirán órdenes que deberán cumplir sin importar que es lo que tú desees. En algún punto de la vida los asesinatos y la mayoría de crimenes dejaron de ser vistas con furia, en su lugar, la sensación de lástima se volvia más fuerte y constante; al fin y al cabo no podrían estar seguros de que aquello fue echo con gusto.

No podía culpar los malos actos de las personas, después de todo eran humanos y le temían a la misma cosa que él: la muerte, todos se regían en orden ante la mención de tal palabra.

Desde joven se inculca el seguir aquellas órdenes que llegan a nuestra cabeza sin importar que.

Ese era el destino de la humanidad, los dioses se divertían escribiendo el camino de su vida y obligándolos a seguir un papel en la historia que formaron con ellos.

Pero el rompió eso, más bien, ellos rompieron eso.

Lo recuerda bien, la última vez que vio a sus padres fue en un viaje en la autopista. La orden estaba clara, encender el coche y conducir y al ser cumplida la nueva tarea apareció con sencillez y sin pudor alguno.

"Morir"

Claro que, el tiempo para pensar fue corto, casi al instante otro automóvil paso arrasando con el de ellos. Sin embargo, aunque era su obligación no moverse alguien más lo hizo mover.

Sus padres decidieron que deberían salvarlo como última esperanza, después de todo, ellos ya estaban muertos.

Recuerda que el punzante dolor en su pecho no lo cegó de ver cómo sus padres se desaparecían en el aire dejando una estela de polvo. Grito y rogó por ayuda pero nadie se movió; como si aquello fuese algo normal pasaron de el y lo dejaron en el suelo mientras tosía y escupía sangre.

Y aún así no los culpó por ello.

Porque así lo habían inculcado desde nacer.

Poco a poco dejo de toser, su cuerpo ardía y dolía, le desgarraba todo su ser aquella sensación punzante que solo le traía recuerdos amargos. Ahora ya mejor se alejo del espejo y salió del baño, que ahora, portaba un suelo rojo.

Ignorando el desastre que creo, camino lejos del lugar, dando pisadas lentas y silenciosas por aquel callejón de mala muerte. Tomo un cigarrillo y lo coloco en sus labios; todas esas emociones lo estresaban de más y lo hacían recurrir a sus malas mañas.

Sus ojos escasos de vida viajaron por todo el obscuro callejón, suspiro un poco mientras expulsaba el humo por la boca con algo de exasperación.

-- Tch, Sal de ahí, carajo.

Sus palabras retumbaron en la soledad de aquella noche. Su llamado fue acotado al instante, una nueva silueta aprecio enfrente suya.

Bufo algo irritado, la nueva persona ahí soltó una risa burlona.

-- No tienes porque ponerte tan a la defensiva. Te he dicho que estoy de tu lado. - la silueta se movió levemente más cerca mientras agitaba las manos.

-- No hay forma en la que pueda creerte. - respondió algo fastidiado. Sus manos viajaron a los costados de su cintura aferrándose al arma con fuerza.

En respuesta recibió un quejido molesto. La luz de la luna no dejaba visible mucho de su apariencia, aún con eso, fue capaz de notar el como se restregaba la cara.

-- Hah, ¿No lo comprendes verdad?, No eres el único, es mejor que andemos en grupo para ser más efectivos - replico con más brusquedad, su voz sonó tensa. -- ¿Tan siquiera sabes que buscas?

Lo miro fijo con demasiado intensidad; si bien, podía replicar el confiar en el, esa nueva pregunta lo callo de golpe, ni siquiera sabía que buscaba. Ante su silencio la otra silueta ríe con sorna.

-- ¿Ves?, ¿Cómo planeas matar a un dios?, Ni tú ni yo sabemos nada. Si sigues encerrándote terminarás muriendo sin una pizca de información. - callo por un momento viendo la expresión afligida del otro hombre. -- Escorpio, si de verdad quieres llegar a algo tendrás que trabajar con otras personas, aunque eso pueda matarte.

Silencio. Ninguno dijo más, aún así fue claro que aquello era cierto. Sin importar que, el esta enfrentando a un dios, no podría solamente hacerlo por si mismo, no tenía ni la menor idea de que hacer; los años estaban pasando y ya no era ni la mitad de joven de cuando inicio con su búsqueda.

Con la búsqueda...

-- Entonces dime, Acuario. - esta podría ser su peor decisión, aún así tenía que arriesgarse -- ¿Quién, según tú, conoce a lo que nos enfrentamos? - porque si no llegaba a nada, sus padres abrían muerto porque los dioses dijeron. Se miraron fijo y una sonrisa se formó en ambos.

De la libertad.

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Hilos (Zodiaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora