—¿En que está pensando? Lo veo tan distraído... Vuelva aquí, vamos, sea feliz, acaba de comprar la casa que quería,¿no?
—Tiene razón, he ido hacia atrás en el tiempo, aún dulce recuerdo. Estaba saboreando esas palabras que aveces se dicen al azar cuando somos jóvenes. No sé por qué, pero he tenido un pensamiento absurdo. Como si este momento ya lo hubiera vivido.
—¡Ah, sí, un déjà vu! A mí también suele pasarme.
Me agarra del brazo y nos acercamos a la ventana.
—Mire qué bonito el mar en este momento.
Susurro un sí, pero, para ser sincero, no acabo de entender que quiere decirme, ni por qué nos hemos apartado de él y yo.
El aroma excesivo que emanan sus cabellos cardados me aturde. ¿Seré yo así algún día? ¿Vacilante de ese modo al moverme? ¿Mis pasos serán indecisos e inseguros? ¿Me temblará la mano como la suya tiembla mientras me señala alguna na misteriosa información más?
—Mire allí... Total, ahora ya ha comprado la villa. ¿Ve esa escalerita que conduce al mar?
—Sí
—¡Pues hace mucho tiempo subieron por allí! Es un poco peligroso porque aveces vienen por el mar, deben tener cuidado si deciden venir a vivir aquí—me dice con la astucia de quién ha callado conscientemente.
—¿Pero quién vino por el mar?
—Creo que una pareja de jóvenes, pero tal vez iban más. Rompieron una ventana, hasta profanaron mi cama. Había restos de sangre. ¡O sacrificaron a un animal o la mujer era virgen!— (Como le explicó a este señor que no era una mujer pero que en efecto era virgen.)
Y, mientras se carcajea al decir esas palabras, se atraganta con una emisora de más. A continuación, sigue con su relato:
—Encontré unos cojines mojados, se la pasaron bien, también agarraron una botella de champán que había dejado en la nevera y se la tomaron toda, y encima robaron joyas, cosas de plata u otros objetos preciosos valorados en cincuenta mil euros... ¡Por suerte, tenía seguro!—Y me mira orgulloso de su asombrosa historia.
—¿Sabe, señor Mac?, habría preferido no saberlo, tal vez no debería habermelo contado...
—¿Por qué?—Me mira con curiosidad, sorprendido, desconcertado por mis palabras, incluso ligeramente contrariado—. ¿Porque ahora tiene miedo?
—No, porque es usted un mentiroso. Porque no llegaron por el mar, porque la botella de champán se la trajeron de casa, porque no le robaron nada en absoluto y el único daño que quizá le hicieron fue romper esa ventana de allí... —Se la señalo—. Al lado de la puerta.
—¿Cómo se atreve a dudar de mis palabras? ¿Quien se cree que es?
—¿Yo? Nadie. Solo un chico enamorado. Entre en esta casa hace nueve años, bebí un poco de champán e hice el amor con mi novio. Pero no soy ningún ladrón y no le robe nada. Ah, sí, quizá tome prestados dos cojines.
Y me vuelve a la memoria la imagen de Taehyung y yo jugando a inventarnos nombres con las iniciales bordadas en esos cojines esponjosos, una A y una S. Después de competir por ver quién se le ocurría los más extraños, nos decidimos por Amarildo y Sugfrida y los abandonamos en las rocas.
—Ah..., ¿acaso es usted...?
—Sí
—Bueno, ¿De modo que sabe la verdad?
—Sí, pero ¿quiere que le diga otra cosa? Solo la sabemos usted y yo, y lo más importante es que ya ha vendido la casa.

ESTÁS LEYENDO
Euphoria | Kookv
FanfictionCon Taehyung descubrio la magia del primer amor. Jennie fue un nuevo amanecer, perfecto e inesperado. Ahora, años mas tarde Jungkook, Taehyng, y Jennie han rehecho sus vidas y son felices.Pero el destino tiene sus propias reglas y, cuando menos se l...