Mañanas grises de brisas áridas.
Noches corruptas,
azul opaco y sin estrellas.
Y unos ojos, negros como cristales,
reflejan el brillo de la luna llena; el humo del cigarrillo inunda sus venas, corrompe sus pulmones lo quema y lo quema,
ha hecho de un vicio su unico placer.Se esconde para pintar a su ciudad dormida, contaminada por el hombre, mientras llora al escuchar su música, una música sin nombre, compuesta por el silencio, por sus faroles y cigarras, que bella es la ciudad dormida en los ojos de el que se esconde.