𝑹𝒆𝒎𝒂𝒊𝒏𝒊𝒏𝒈 𝑳𝒐𝒗𝒆 - 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒔𝒊𝒅𝒖𝒂𝒍

Encuentro

Disclaimer: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, si no a Rumiko Takahashi. Escribo esto sin fines de lucro. Solo para entretenimiento del lector.

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Parte I  

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Hace 500 años, cuando los nobles gobernaban el territorio, cada vez había más guerra y hambruna, causando la muerte de muchas personas 

Por eso aumentó la población de demonios 

Y aparecieron en el Este y Oeste grandes demonios que los controlaban. Eran dos reyes de igual poder. 

Ambos reinaban a todas las bestias demoníacas. 

Mientras que Kirinmaru reinaba el este. 

En las tierras occidentales reinaba el Gran perro demonio quien mantenía el equilibrio entre humanos y demonios.

Sin embargo, después de la repentina muerte de Inu No Taisho, las guerras entre humanos y demonios han vuelto a comenzar. 

La codicia por el poder seguía extendiéndose a medida que pasaba el tiempo. 

Y él, debía tomar el trono que le pertenecía por derecho. 

Para poder comenzar su reinado.. mató a muchos de los antiguos aliados de su predecesor que compartían la misma idea de un mundo "pacifico entre humanos y demonios". 

Él debía deshacerse de los humanos, seres con ningún propósito más que ocupar la tierra con sus cadáveres. 

Sesshomaru pensó que esta tarea iba a ser demasiado fácil. No necesitaba ahora de sus soldados, pues como dijo antes, este era un trabajo sencillo. Con un solo movimiento de Bakusaiga la Aldea que estaba a unos cuantos metros desaparecería por completo. 

No obstante había notado algunas siluetas no muy lejos que obstaculizan su camino. Sacó a Bakusaiga de su funda y se dirigió a donde se encontraba Inuyasha. Sabía muy bien que su hermanastro se llevaba bien con los humanos. Y no lo juzga pues, entre plagas suelen llevarse muy bien.

Apareció frente a Inuyasha y su equipo, el hanyou trató de atacar pero simplemente su ataque aterrizó en el suelo. Sesshomaru había esquivado el kaze no kizu¹.

—Calma 

—¿Que se supone que haces Sesshomaru?— dijo Inuyasha con una mueca de fastidio.

—¿No es obvio? Pienso acabar con todos. 

—¿A qué te refieres?—  Sango lo miró molesta, esa aldea era la de los cazadores de demonios. — No puedes simplemente romper la tregua. 

— ¿Tregua?. Esto sólo duró mientras acaban con Naraku, además… Ambos nos utilizamos mutuamente, no nos debemos nada. 

—No digas tonterías Sesshomaru, sabes muy bien que ellos no te han hecho nada. 

—Kirinmaru ha despertado— Inuyasha abrió los ojos sorprendido, Sango y Miroku no entendieron ello, no conocían nadie llamado así— Las fronteras entre Este y Oeste están cayendo, ¿Lo conoces no? Él al igual que yo, no estamos interesados en salvar a los humanos. 

—¿A que se refiere Inuyasha? — Miroku lo miró de reojo.

—Kirinmaru es el rey bestia de las tierras del Este, él y mi padre gobernaron durante siglos a los demonios. Pero se supone que debe estar dormido.— Explicó el hanyou, su rostro mostraba una clara preocupación, conocía a ese demonio y detestaba a cualquier cosa que tuviera que ver con la palabra humanos.