Bufanda

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Esa misma noche, Tom recibió un mensaje de texto por parte de Ann, diciéndole que no se preocupara porque ya estaba en casa, lo cual le dio la calma que necesitaba, sin embargo, la conversación no terminó ahí, pues continuaron hablando las siguientes tres semanas. Eran conversaciones bastante triviales, acerca del calor que hacía en California, la probabilidad de que lloviera en la tarde y los avances y dificultades que tuvieron al momento de ensayar sus líneas, nada más allá de una plática entre amigos, pero también comentaban aspectos personales cómo sus aficiones y hábitos cotidianos.

Finalmente, las grabaciones dieron inicio y Tom tuvo que preparar sus pertenencias, pues al día siguiente se tendría que despertar temprano, ya que su llamado era a las siete en punto. Luke le entregó una mochila donde guardó lo más esencial, un cambio de ropa, por si lo requería, una botella de agua, pastillas para el dolor de cabeza, el guión, sus llaves y demás objetos. Obviamente, estaba impaciente y al mismo tiempo emocionado, probablemente esa noche tampoco dormiría. A la hora de la cena, Luke y Tom se encontraban en el restaurante/bar del hotel, buscando algún alimento antes de ir a dormir. Ambos se encontraban sentados en una mesa, justo a lado de la barra de bebidas, esperando a que el mesero les llevara sus órdenes de hot cakes y un par de malteadas de vainilla.

—Mañana pasaré por ti y tomaremos un taxi para ir al estudio de grabación. —recordó Luke a Tom.

—Me parece una buena idea, pero creo que te vas a impacientar. —comentó Tom quién estaba observando al barman servir unos cuantos tragos a un par de turistas.

—Tal vez tengas razón.

Luke era una persona que se desesperaba rápidamente si no tenía nada que hacer, él era demasiado activo y siempre estaba realizando alguna tarea para mantenerse ocupado, de lo contrario se sentía extremadamente aburrido.

—Deberías regresar a Londres. —prepuso Tom, devolviendo su vista a Luke.

—Eh… no creo que sea la mejor opción, mañana lo discutiremos, después de que termines tu jornada de grabación.

El teléfono celular de Tom, que estaba guardado en la bolsa de su chaqueta, emitió un sonido de notificación, rápidamente sacó el dispositivo y leyó el mensaje, este motivo logró sacarle una sonrisa.

«Buena suerte mañana en tu primer día de trabajo, espero que disfrutes mucho grabando la primera escena»

—¿Es tu madre? —preguntó Luke, elevando la ceja derecha.

—No, es Ann.

—¿Ann? —preguntó Luke, totalmente confundido.

—Ann, la actriz. —afirmó Tom.

Tom apagó la pantalla de su teléfono, le contestaría a Ann después de que terminara de cenar.

—¿Desde cuándo están hablando?

—Hace tres semanas, la verdad, no estoy seguro.

«¿Quién está contando?», pensó Tom.

—¿Y qué te dijo? —preguntó Luke cruzando sus brazos.

—Que me desea suerte mañana.

—¿Suerte? No necesitas suerte, necesitas dormir temprano.

—Yo pienso que necesito ambas. —respondió Tom con una ligera sonrisa.

—Si tú lo dices. —Luke soltó un suspiro y después relajó su cuerpo.

Después de que Tom y Luke terminaron de cenar, regresaron a sus respectivas habitaciones. Por su parte, Tom se dedicó a responder el mensaje de Ann.

𝐓𝐨𝐝𝐨 𝖬𝗎𝗒 𝐵𝑖𝑒𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora