Conocerte

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Tom Hiddleston y Ann Bellamy caminaron en dirección al grupo de actores, sin embargo, la actriz no estaba del todo contenta, pues notó la mueca que le hizo Luke como una forma de demostrar su desagrado hacia ella. Ann no toleraba las caras largas, pero en esa ocasión lo dejó pasar, por su parte, Tom se mostró entusiasmado debido a que pasaría el resto de la tarde ensayando una de sus escenas favoritas.

Durante el ensayo, Luke y Kathy se mantuvieron distanciados, ninguno dijo nada a largo de las primeras dos horas, pero a las diez de la mañana, Luke ya se había aburrido de estar leyendo, de igual modo estaba harto de tener que revisar su bandeja de correos electrónicos y tampoco quería observar a los actores, quienes seguían las indicaciones por parte del director, así que giró su cabeza para apreciar a Kathy, quien parecía una estatua y mantenía la vista fija en Ann.

—Así que te llamas Kathy. —insinuó Luke, dispuesto a romper el hielo.

—Sí. —contestó ella, sin desviar la vista del horizonte.

—¿Desde cuándo trabajas para Ann? —preguntó Luke con sumo interés.

—¿Eso importa? —preguntó Kathy, observando a Luke.

—Solo quiero platicar, estoy aburrido. —él se encogió de hombros.

—Seis años.

—Ya. ¿Cómo fue que te contrató?

—A través de una agencia.

—Eres muy tímida, ¿o me equivoco? —supuso Luke, debido a las cortas respuesta de Kathy.

—En realidad no, únicamente soy reservada con los desconocidos.

Kathy estaba acostumbrada a ese tipo de preguntas relacionadas con su manera de ser, algo así como «¿por qué no hablas?» «¿por qué eres tan callada?»; en parte, ella era muy introvertida y reservada cuando se encontraba en compañía de un extraño y muchas veces eso le provocaba problemas para socializar y hacer amigos, pero era un rasgo de su temperamento que no podía evitar y tampoco quería cambiar, pues se sentía a gusto con su forma de expresarse, aunque eso casi siempre le generaba incomodidad a las personas extrovertidas. Sin embargo, era una característica que le encantó a Ann desde el primer momento en que la conoció, pues a la actriz no le agradaba que sus trabajadores fueran parlanchines y eso fue uno de los principales motivos por los cuales la contrató.

—Entonces yo soy un desconocido. —supuso Luke.

—Sí. —contestó Kathy con honestidad.

—¿Te gusta tu trabajo? —preguntó Luke desviando la vista hacia Ann.

Kathy mantuvo el aire por unos segundos, la respuesta era «no», pero no se sentía en confianza de revelar aquello, la pregunta principal era ¿por qué lo hacía? ¿Por qué trabajaba en algo que no era de su agrado?

—La paga es buena. —dijo Kathy, tratando de convencerse a sí misma

—Así que el dinero es tu principal motivo.

—Así es.

Luke soltó un suspiro, se sentía más aburrido que antes, pero tuvo una idea fascinante.

—¿Quieres ir a comer? Tengo hambre.

—Ammm… —Kathy llevó su vista a Ann, quien estaba entretenida recitando sus diálogos.

—Vamos, di que sí, no me gusta comer solo.

Kathy pensó que no era la mejor idea, pues en cualquier instante Ann solicitaría su presencia y si ella no estaba presente provocaría la molestia de su jefa y no quería eso.

𝐓𝐨𝐝𝐨 𝖬𝗎𝗒 𝐵𝑖𝑒𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora