La tarde era tranquila, como se acostumbra en una ciudad pequeña hasta que sonó el teléfono de la comisaría.
—¡POR FAVOR UNA AMBULANCIA! —. El policía encargado solo pudo entender eso entre los sollozos de una mujer.
Señora por favor manténganse calmada dígame su dirección y que ocurrió- el policía ya estaba acostumbrado a recibir llamadas así, pero eso no evitaba que se le revolviera el estómago cada que el teléfono sonaba.
—Calle Gray Grave número 206, los encontré a todos ¡mi hermana! O dios mío —. Los sollozos no paraban- ninguno respira ¡AYUDA POR FAVOR! —. El policía escuchó un grito desgarrador del otro lado de la llamada.
—Señora por favor retírese de la escena, las ambulancias y la policía van en camino, pero necesitamos que salga de ahí en este instante es normal que quiera mantenerse en la zona, pero si no sabemos que les ocurrió podría ser peligroso para usted también—. El policía dio las indicaciones mientras mandaba un mensaje de emergencia al hospital de la ciudad y a las patrullas más cercanas de la ubicación —Señora dígame su nombre—.
—Mi nombre es Samanta Russo—. Se escuchó como la mujer vomitó del otro lado de la línea por lo que el policía se alertó- Por favor salga del domicilio Samanta
—Estoy buscando a la bebé no puedo cargar a nadie de aquí, pero a ella si ¡tal vez pueda llevarla al hospital si se encuentra mal! —. se escuchó un silencio que terminó siendo interrumpido por más llanto— ¡Sami no respira! —. Se escuchó un golpe fuerte.
—¿Samanta se encuentra bien? —. El policía esperó una respuesta, pero no la recibió.
En la calle Gray Grave Samanta se encontraba fuera de la casa de su hermana con una bebé que tendría poco más de un año en brazos, sin ningún signo de vida, desesperadamente intentó hacerle RCP pero sus conocimientos de medicina eran nulos. Escuchó como un autobús paraba enfrente de ella, pero su atención seguía en su pequeña sobrina con la que compartía nombre y en las tres personas que seguían dentro de la casa: su hermana, su cuñado y su sobrina mayor. Hasta que escuchó una voz que venía de donde había parado el autobús.
—¿Tía Sam qué pasa? —. Esa voz era inconfundible entre sollozos no pudo decir más que —Kris no entres a la casa por favor—. Su voz parecía un susurro.
Kris se le acercó por la espalda a su tía, La adolescente tenía diamantina en el rostro y estaba vestida de una forma muy llamativa con una chaqueta de cuero morado. Atreves de su hombro pudo ver a Sami quien tenía la piel muy pálida excepto alrededor de sus ojos y boca, que estaba entre tonos rojos y morados. Kris se apresuró a tomar el lugar a lado de su tía mientras tocaba el rostro de su hermanita...Estaba muy fría.
—¡Dios mío qué pasó! —. Su tía no respondió mientras lloraba y a la vez abrazaba a la bebé— Hay que llamar a Mamá—. La única respuesta que recibió fue escuchar a su tía llorando con más fuerza.
De pronto se escuchó una sirena, Kris se alarmó aún más. Hoy se fue muy temprano ya que tocaría en el concurso de talentos de la escuela junto a su mejor amiga Abby y habían decidido arreglarse juntas. Abby la había obligado a cantar y tocar su teclado y Abby tocaría la guitarra ya que canta horrible. Se fue de casa como a las 5 de la mañana y le dejó una nota a su mamá por si se le olvidaba, aunque ya le había avisado la noche anterior.
Kris se paralizó mientras veía como dos ambulancias seguidas por la policía se metían en el jardín de su casa. No supo que hacer, solo se quedó quieta. Hasta que escuchó como su tía gritaba.
—¡SALVENLOS POR FAVOR! —.
Kris comprendió que significaba esa palabra en plural. corrió hasta meterse en su casa, la puerta estaba abierta. Recorrió la casa de arriba abajo, su corazón le salía por la boca. Hasta que abrió el cuarto de sus padres, se acercó a la cama y vio que no había señal de que estuvieran respirando. Lágrimas sin control caían de sus mejillas y un dolor descomunal se le posicionó en el pecho. Salió del cuarto de una manera muy torpe y se dirigió al cuarto que compartía con Darla, cuando abrió la puerta vio una escena de película de terror.
El cuarto tenía las ventanas cerradas. Cualquier pequeño agujero estaba cubierto por cinta, en el suelo a lado de la puerta había un trapo que en algún momento fue el encargado de cubrir el espacio de debajo de la puerta, el cuarto tenía 5 bombonas de gas en el centro, ocupaba casi todo el cuarto. La hermana de Kris estaba sobre su escritorio. Darla tenía los ojos abiertos, sin nada de vida en ellos. Sobre el escritorio había 3 cartas. Kris no pudo dar un paso dentro de la habitación antes caer al suelo, no se sentía mal físicamente, pero a su cerebro le pareció que desmayarse era mejor que seguir viendo.
Al día siguiente las noticias locales reportaron la terrible noticia —En la calle Gray Grave una familia murió intoxicada con monóxido de carbono. La única sobreviviente fue la hija de 14 años que se encontraba fuera de casa durante los hechos—. dijo la presentadora. —La muerte dulce como se le conoce a esta práctica es llevada a cabo comúnmente con fines de suicidio, aunque también pueden ser accidentales. Las autoridades locales no han dado información al respecto, este noticiero invita a respetar la privacidad de la menor de edad y le pedimos a nuestros televidentes que no muestren más que apoyo a esta pequeña—.
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Entre micrófonos y coronas
RomanceKristel Brown es una de las cantantes más famosas del planeta, todas las chicas han soñado alguna vez en ser como ella. Pero nadie conoce como luce realmente...bueno, todos creen que si lo saben. El momento de decir la verdad se vuelve inminente, p...