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17 de Mayo de 1960, Ciudad De México...

Amar es una virtud que no todos tienen.

Amar va más allá de decir palabras lindas y acariciar la mano de alguien más.

Amar tiene mucha más complejidad de lo que la gente piensa.

Amar no es para todos.

Amar es algo esencial.

Amar es vida.

Y sinceramente es algo triste saber que los que realmente sienten con el corazón, terminan hundidos en un cruel abismo mientras miran como muchos otros que, con mentiras, enredan a las indefensas almas de personas que buscan el consuelo en la palabra verdadera de otro alguien. Se sabe que en este juego donde existimos y sobrevivimos, las cosas más importantes son pasadas en alto por la codicia y vanidad que el ser humano guarda en lo profundo de sí, uno no nace malvado, se vuelve. Ni el dinero ni la fama podrán llenar el vacío que es un pecho sin el órgano vital, un órgano que si bien no es atractivo en los libros de anatomía, en los dibujos de inocentes niños demuestra tener un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de las emociones. En el poder relacionarse de forma única.

Kim Taehyung, era la viva representación de estás palabras. Porque a pesar de haber visto y sentido lo cruel que podía ser el mundo desde su nacimiento, siempre mantuvo una chispa en su interior viva, esa que hace los corazones latir y las mejillas ruborizarse. Soñaba con el día en el que conocería a la chica que sería su todo en algún momento, soñaba con tener un futuro de ensueño, y sobre todo, soñaba poder ser comprendido y amado tanto como el amaba todo a su alrededor. Él no solamente adoraba como lo hacían los enamorados, por supuesto que no. Él adoraba más allá, cada hoja, cada árbol, cada mariposa. Sus límites iban muy lejos para limitarse a la gente.

O eso creía.

Hasta que Jeon Jungkook llegó y cambió por completo su percepción. Ambos eran demasiado chicos para entender por completo el porqué sus estómagos sentían cosquillas al verse, o el porqué sus manos picaban por tocarse, incluso porqué los suspiros abandonaban sus labios cada que se distraían viendo las cualidades del otro.
Y, bueno, tenían 6 años, se consideraba normal que se tuvieran tanto cariño, ¿no? Después de todos, a los ojos puros de pequeños seres que apenas vivían, no había cabidad para los pensamientos de rechazo que los adultos constantemente soltaban al ver dos hombres o dos mujeres entrelazar sus manos.
Siendo totalmente sinceros, el pequeño Kim, ni siquiera estaba enterado de que su mentalidad con respecto al cariño se había transformado por completo simplemente por ver los ojos negros de aquel infante con sonrisa contagiosa. No hasta que a sus 15 años lo pudo ver con claridad. Estaba enamorado. Pareciera increíble que a tan corta edad sintiera esas emociones, que las pudiera comprender y aceptar. Sería tal vez considerado estúpido, sin sentido, pero así no funciona el destino. Por lo menos no para los amantes de las sensaciones cálidas en el reflejo del alma. El corazón.

Lamentablemente, para un Jungkook adolescente confundido, el amar a otro hombre era algo totalmente retorcido. Casi asqueroso. Imperdonable y repudiado por la sociedad, sabía que los sentimientos no se iban rápido, no después de que pudiera ver realmente cómo son y se sienten, sin embargo, no tenía opción.
Obviamente la relación con su mejor amigo, casi hermano, no cambió, los abrazos, los besos en la mejilla, las risas, absolutamente nada dejó de ser cotidiano entre los dos.
Se mantuvieron años con los mismos gestos cariñosos que, ilusamente, uno de ellos sentía como algo más.

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⏰ Última actualización: Sep 20 ⏰

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