Heather [KatsuDeku]

Heather

[Tres de Diciembre]

Izuku, se vistió para ir a la cafetería en la que había quedado con Katsuki.

Antes de entrar a la cafetería el pecoso se lo pensó dos veces antes de entrar, estaba algo nervioso ya que era más bien como una cita y no una salida cualquiera, o así lo quería ver. Después de pensarlo un poco se dirigió hacia la mesa donde estaba Katsuki.

-Hola Kacchan -Saludó con una sonrisa como de costumbre.

-Hola Deku -Saludó también con una sonrisa.

El pecoso tomó asiento y comenzaron a hablar.

Cuando salieron de la cafetería un niño que iba corriendo se cayó de cara al suelo.

- Pfff... -Aguantándose la risa.

-Kacchan no te rías, esta su madre al lado y nos está mirando muy mal... -Susurró.

-¿Viste cómo se comió el suelo? -Dijo riéndose sin poder aguantar más.

-¡Se puede saber qué hace riéndose de mi hijo! -Gritó la madre enojada y agarrando el bolso. -¡Venid aquí desgraciados! -Alzando el bolso para pegarles con este.

-¡Atrápanos si puedes vieja! -Contestó el cenizo, sacando el dedo del medio y agarrando el brazo de Izuku para irse de allí corriendo hacia su casa.

Al llegar, Katsuki todavía seguía riéndose al recordar como el niño se cayó.

-Kacchan, deja de reírte, se pudo haber hecho daño.

-Vale -Respondió aun riéndose y volteo su vista para ver la ventana y ver que estaba nevando. -¡Vamos afuera!

-Pero ahora hace mucho frio y solo tengo esta camiseta y el abrigo, mejor quedémonos aquí. -Sugirió el pecoso.

El peli ceniza se quitó su suéter y se lo puso a Izuku. -Se ve mejor en ti -Acomodando el suéter al cuerpo del pecoso. -Ahora ya podemos salir afuera. -Dijo con una sonrisa y poniéndose un abrigo.

Los dos decidieron hacer un muñeco de nieve entre los dos.

-Esta perfecto -Orgulloso del muñeco de nieve que hicieron.

-Pero si se le acaba de caer un ojo -Dijo entre risas.

-¿Y qué? Sigue perfecto -Respondió aguantándose la risa y haciéndose el indignado.

El cenizo "indignado", agarró una bola de nieve y se la tiró al peli verde.

Izuku, agarro una bola de nieve y se la tiró sin querer a un árbol, haciendo que toda la nieve del árbol cayera encima del cenizo.

-Perdón, perdón , perdón, perdón, per- -Antes de que el pecoso siguiera disculpándose el cenizo lo besó.

Izuku se quedó sin saber cómo reaccionar, el corazón le iba a cien y cada segundo que pasaba se ponía más rojo, la persona que le gustaba desde el primer día que hablaron, le acababa de besar. Después de unos minutos, los cuales al pecoso se le hicieron eternos, el cenizo rompió el silencio que se había creado.

-Que rápido pasó el tiempo, ya está oscureciendo -Rascándose la nuca e intentando sacar tema de conversación.

-Ci-cierto! Mejor me voy antes de que se haga más tarde -Respondió el pecoso nervioso y dirigiéndose hacia la puerta.

-Vale, quédate el suéter ya me lo darás mañana -Dijo el cenizo con una pequeña sonrisa.

-¡Gra-gracias! ¡Hasta mañana! -Haciendo una reverencia para después irse.