ESPEJO TRAICIONERO

Untitled part

ESPEJO TRAICIONERO

Derechos reservados por el autor, tiene prohibida la distribución a otros grupos que se encarguen de publicar y distribuir historias de está fanfic.

Personajes creados por Fernando Gaitan
Idea original de PEQUE TORRES E IALME MENDOZA
Adaptación y edición por Mary C.
Derechos otorgados por las autoras originales a Mary C.

CAPÍTULO I

24 DE NOVIEMBRE DE 2000

Era una de las vacaciones más relajante que había pasado en las playas de Santa Marta con sus mejores amigas; después de que terminaran las clases para ella era la despedida ya que tenía que mudarse a Bogotá, a su padre le habían ofrecido un puesto de trabajo en la capital. Ella era una chica muy menuda y de aspecto soñador pero que guardaba muchos secretos.

Todavía no comprendía que en menos de una semana tendría que entrar a su primer año de preparatoria en una nueva escuela que no era de Barranquilla y eso algo de temor le causaba.
No sabía que le deparaba el futuro, pero tenía un buen presentimiento, que ese año estaría lleno de sorpresas y muchas cosas buenas para ella y su pequeña hermanita.

Ya estaba muy mareada con su hermana esta no paraba de parlotear, hasta que al fin su padre aparcó en la zona norte donde se encontraba su nuevo hogar y la reprendió según él, hasta dolor de cabeza le había causado

V: Ya basta de hablar, más bien gritar por favor bajen del auto en silencio y derechito a la casa (ya muy enojado)
VN: Si papá, (al mismo tiempo) BETTY!!!! Baja de una vez del auto
B: Ya voy, deja de gritar por favor (entrando con su hermana en la casa)

Del auto, bajó una mujer de mediana edad vestida con ropas un poco modernas y elegantes que al ver a su esposo reñir a sus hijas lo miró con gesto cansado, pero cariñoso y solo se limitó a decirle

VM: Hermes deja ya de atormentarte por favor ¿Sí? mira que luego tienes que tomar pastillas para bajarte el dolor de cabeza
H: Sí Julia ya lo sé, pero es que esas niñas me comen la paciencia, mira que ponerse a pelear solo porque Betty le dijo que estaba flaca, dime porque tuve puras niñas (con gesto lastimero)
J: (mirando al cielo) Ya Hermes deje de quejarse, ¿Usted quería hijos? ahí los tiene así que deje de resongar y entre a la casa
H: Está bien mujer veré que han hecho aquellas niñas, porque es más de seguro que ya han hecho de las suyas. (ingreso resignado a la casa)

HERMES PINZÓN era un hombre de altos principios morales y éticos, que amaba a su mujer JULIA SOLANO con la cual se casó muy enamorado y a pesar de los años ese amor crecía y crecía cada día un poco más. Tuvo dos hermosas hijas que ama y adora sus nombres Beatriz y Julianna, pero Betty era su ojito derecho la adoraba totalmente ella era la mayor, pero muy sensata a su temprana edad.

Él era un contador juramentado al que le ofrecieron un buen empleo, pero con la alternativa de que tendría que mudarse a la capital, él por supuesto aceptó y la empresa le proporcionó una casa residencial en la zona norte de Bogotá.
Gracias al empleo pudo inscribir a sus hijas en colegios con un alto rendimiento escolar, ya que ellas solo se llevaban por un año de diferencia .

Beatriz era su hija mayor había cumplido los 18 años hace un par de semana, era una joven muy inteligente, pero en lo que más se destacaba era en los números, había heredado aquella cualidad a su padre. Un año después nació su pequeña Julianna y la cual vino a consolidar el amor que se profesaban sus padres y la cual ya cumpliría los 17 en un par de meses. Ambas eran muy parecidas entre sí y normalmente las confunden, pero ellas sabían perfectamente que con sus padres eso no sucedía

Betty era una niña muy centrada siempre acatando lo que se le decía, pero a veces su hermanita la arrastraba en sus locuras, es que ellas se adoraban, eran su compañía mutua. También habían cambiado un par de veces en el colegio cuando a una se le complicaba una materia la otra la hacía de salvadora. Ambas eran muy delgadas, gracias a la contextura de su padre, solo que Beatriz sabía el pequeño secreto de su hermana para mantenerse aún más delgada que ella