UNFORTUNATE EVENTS; INUOKKO.

Alma en pena; capítulo 4.

La preocupación estaba marcada en el rostro de Toge, tenía líneas en la frente y la boca torcida. Todavía no podía procesar la noticia acerca de Yuta, algo ilógico y fuera de lugar, ninguna noticia sobre el accidente de los Okkotsu hablaba de sobrevivientes.

La pregunta que flotaba en el salón y que tenía a todos en vilo era: ¿dónde estaba Yuta? Claro, si de verdad estuviera vivo. Ni siquiera Nishimiya podía explicar el extraño suceso, siendo ella la más calificada del grupo en el tema de lo paranormal.

Por el momento, dejaron de lado cualquier otro asunto, como las preguntas sin respuesta y el ritual, para buscar información. En el salón todos estaban en algún aparato o libro, leyendo las noticias más recientes.

—Debe haber algo en las notas sobre el accidente —dijo Mai, mezclándose en las cosas de su novia.

—En todas dice que la familia murió, no se habla de sobrevivientes —agregó Panda, habiendo completado cada link disponible en Google sobre el tema.

Yuta no podía tomar nada, pero estaba en un rincón, sin estorbar; sobre todo, porque el humor de Toge estaba desbordado. Odiaba la sensación de inutilidad, odiaba traspasar cada libro que intentaba tocar. No recordaba nada del accidente y mucho menos lo que pasó después, tenía pequeñas memorias de su familia y de lo que hacía antes, pero nada que pudiera ser relevante para ellos.

—Es muy extraño —dijo en voz baja.

—No hay otro caso parecido al tuyo. —Nishimiya estaba ojeando los libros de su estante. La información allí era escasa, y su paciencia también. Miró de reojo a Yuta y, tal como pensó al comienzo, él era distinto, pero, no podía averiguar la razón.

Cualquier cosa que fuera a decir después, murió cuando una mesa se estremeció y Toge se levantó y señaló con los dedos rápidamente, lo siguiente:

"Ya estoy harto, me iré a casa".

—Debes ser paciente, encontraremos una solución —mencionó Maki, igual de cansada por todo el extraño asunto.

"La respuesta debe estar con el tío de Yuta, el que le regaló ese dragón feo. Lo buscaré".

—Tiene sentido —dijo Nishimiya—, si el tío de Yuta sabe dónde está el cuerpo y lo encuentran, tal vez Yuta vuelva a la normalidad.

—Viajaba mucho, es lo único que recuerdo de él, ni siquiera es japonés —comentó Yuta, nervioso—, les juro que me gustaría decir más, pero no recuerdo.

"Es tan conveniente que no recuerdes nada", lo acusó Toge, mirando a Yuta con el ceño fruncido. "Y no me importa si vive lejos, hay que encontrarlo, no puedes estar conmigo por siempre".

—¡No estoy mintiendo! —replicó Yuta.

—Basta, chicos, deberían tranquilizarse —intervino Panda, poniéndose de pie.

Sin importar cuanto dijeran, Toge se acomodó la mochila tras la espalda e hizo su camino fuera de la casa, apenas y dio una disculpa cuando salió, como alma que se lleva el diablo. Yuta y Panda no tardaron mucho en seguirlo, preocupados por Toge. Maki también los siguió, gritando en medio de la calle que no fueran descorteses. Al diablo la cortesía, Toge sentía que había hecho ese viaje por nada, él tenía derecho de estar molesto.

—¡No puedes estar tan enfadado conmigo por esto! —exclamó Yuta, alcanzado a Toge con largas zancadas. El camino hacia la estación del tren era extenso y sentía que tenían mucho de qué hablar.

Panda y Maki estaban detrás. No creían conveniente interferir en la discusión del par.

"¿Qué sabes tú? Ya soy un chico raro y contigo me siento peor. Eres fastidioso, no te quiero a mi lado, vete por ahí y arruina la vida de alguien más" señaló Toge tan rápido que le dolieron los dedos al terminar. "Todavía no sé qué clase de karma estoy pagando contigo"