Capítulo VIII: Peligro

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Sehun no solía asustarse fácilmente. Se podía preocupar, poner ansioso o hasta llorar de la felicidad, pero eran contadas las veces en las que realmente el menor sintiera ese frío cosquilleo desde su espalda baja hasta la nuca.

Pero esa vez no solo tembló por el frío. Tembló por lo que vio en los ojos del chico que aún tenía encima. Había desesperación mezclada con fiereza y pasión. El sabía que Baekhyun podría no detenerse hasta llegar más lejos.

No lo conocía, eso era lo que presentía.

—¿que me ves tanto? ¿Tengo mocos o qué?—Sehun bromeó para romper la tensión que se estaba formando.

—Veía lo hermoso que eres.

Vió que no funcionaba con él.

La mano del menor fue a parar a la cara del contrario, alejándolo de él. Así, se paró del suelo y se sacudió la ropa rápidamente.

—¡A que no me atrapas!—y comenzó a correr.

Pero Baekhyun no había estado tan atento y comenzó a correr un poco tarde detrás del menor, tratando de alcanzarlo.

Su emoción duró poco porque segundos después lo había perdido entre los grandes arbustos, que impedían que encontrara el pequeño cuerpo que se había escabullido debajo del suyo.

Soltó un bufido y siguió corriendo hacia los árboles que se unían a una parte del bosque cercano, sin saber que el chico estaba oculto detrás de una estatua de mármol blanco.

Una risita se hizo presente en su rostro y comenzó a correr detrás del joven que, muy probablemente, se perdería. Él ya conocía toda esa zona a la perfección era imposible que algo así pase en su caso.

"Debe quererme molestar demasiado si se toma la molestia de exponerse de esa manera."

Inmerso en sus pensamientos, no pudo reaccionar cuando alguien lo había jalado hacia un lado, colocándolo de espaldas a una estructura arbórea que parecía una pared.

Tampoco se pudo reaccionar hasta que un suave aliento chocó con su mejilla.

—¿Se puede saber que hacías con Byun?—le había parecido escuchar esa oración en casi un gruñido.

—¿Ahora eres mi papá o qué?—habló seguro, no se iba a dejar intimidar tan facilmente por el pelinegro.

—No, pero eres mi esposo, y tengo el derecho a cuestionar tus acciones.

—Como mi esposo, también deberías confiar en mi pero bueno, vemos que eso es imposible ¿verdad?—una pizca de sarcasmo se escuchó en el tono del menor.

Chanyeol se mordió la lengua.

—Vamos, sabemos que todas las definiciones y reglas que tiene un matrimonio no se aplican en nuestro caso, Sehun.

El nombrado rodó los ojos, cruzándose de brazos.

—Tu fuiste el que empezó—. Se lamió los labios antes de continuar, acción que distrajo a Chanyeol de la mini discusión que estaban teniendo—. De la manera más amable te voy a pedir que te apartes, me molesta que estés tan cerca.

Sehun después se dio cuenta de sus palabras. Se preocupó un poco pensando que tal vez estas hiriesen al contrario. Preocupación que tiró por la ventana cuando este soltó una sonora carcajada.

—No pensabas eso en la casa hogar—dijo con aires de grandeza, haciendo referencia al momento íntimo que habían tenido en la banqueta.

—Pero ahora lo hago, que pena ¿lo ilusioné, su alteza real? no sabe cuanto lo siento—. El sarcasmo desbordaba de cada palabra que salía de los labios menor.

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2022 ⏰

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