1. Altavoces

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Este capítulo está, en gran parte, cogido de el capítulo 44 de tortilla (la view de Auron). Es, sobre todo, para poner contexto, y empezar el fic de algún lado. Espero que os guste <3

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Robar altavoces nunca le resultó tan divertido a Auron. Después de todo, tener al Profeta en su aldea se sentía como si se hubiese metido en la boca del lobo él solito. Pero con la diferencia de que este era alarmantemente más fuerte que él; dar un paso en falso podría hacerle perder todo lo que llevase encima. Aunque no le preocupaba mucho; tampoco tenía mucho afecto material. Ser cleptómano egoísta era lo único que cabía en sus planes.

Tras hacer que cayese desde tanta altura, romperle el tobillo, y escaparse en dos ocasiones de él, se sentía invencible. Y lo mejor de todo: tenía dos altavoces nuevos. Nada podría salir mal, ¿Verdad?

Pero nunca deberíamos tentar a la suerte.

En la siguiente ocasión, el profeta se presentó con alguien más: Drako. Este "lameculos", como a él le gustaba describirlo, era la fiel mano derecha del profeta. Lo acompañaba casi siempre. Era como el mediador entre él y los simples mortales como Auron. Era la voz del mandato del profeta.

No le cabía duda de que si el profeta había caído, alguien con casi tanto poder como el propio profeta (pero sin llegar a tanto) también debería poder caer en sus trampas.

Drako y Auron comenzaron a hablar de sus patas (las de Drako), mientras esperaban al profeta.

Al llegar, este se subió a unos bloques de bedrock, a lo cuál, Auron, entendió perfectamente el propósito. Pero, aun así, quiso preguntar para molestarlo un poco y, también, para recordarle que había caído en la simple trampa de uno de sus súbditos. Eso le rebajaría la moral, aunque sea un poco.

— ¿Para qué pone usted eso? ¿Para que no le ti-

<Para no caerme>

Escribió en el chat.

— ¿Y era necesario poner piedra base?

<Sí. Bastante>

Escribió sin ningún tapujo.

Auron, en cambio, sin darle mucha importancia a su respuesta, comenzó a hablar de su aldea quejándose de que había perdido el control de ella; que sus aldeanos eran demasiado felices y que eso le jodía bastante.

— He perdido el control de mi aldea. Son muchos y son muy felices y eso me jode.(?

El profeta no se lo tomó a bien; era como si se burlara de él. Como decir que el gran profeta no quería que sus súbditos fueran felices. Aunque razón no le faltaba.

Pero, por mucho que quisiera lanzarle un rayo, no podía. No podía ponerse a lanzar rayos por chorradas así y rebajarse a su nivel, o confirmaría que era algo que lo molestaba.

Drako, por su parte, estaba interesado por las miradas he indirectas que se echaban el uno al otro. Pero quedarse mirando sin hacer nada, sería algo descortés, así que decidió bromear un poco, y sacó la ametralladora.

— ¿Necesitas una ayuda?

Auron creyó que se lo preguntaba en serio, y negó por completo.

— No, no, no. E-eso ya cuan-cuando acabe la-la misión- Comenzó a hablarle de "usted" por el nerviosismo. — Si quiere le llamo.

Se veía algo nervioso por su aldea, a pesar de ser tan poco materialista. Pero era de esperarse; había invertido demasiado tiempo y materiales como para ahora tener que volver a empezar.

Tras aquello, el tema cambió. El profeta terminó dando una oración a todos mientras Drako se limitaba a escuchar y vigilar a Auron para que, supuestamente, "no hiciera alguna tontería". Aunque, en verdad, sus verdaderas razones eran cosa suya.

Auron se puso a bailar, así que Drako le llamó la atención para que se detuviera. Pero le pareció que sería divertido hacerlo para burlarse de él. Si Auron podía lanzarle indirectas al profeta para burlarse, ¿Por qué no podría él también burlarse de Raúl? Así también podría recordarle que él tenía un poder que el más bajo nunca podría alcanzar.

Después de unos segundos, se detuvo. No debía excederse o sufriría las consecuencias. Miró al profeta, escuchando su discurso, pero no notó como Auron sacaba una pala de su bolsillo y procedía a cavar los bloques que tenía justo a sus pies. De un segundo a otro, dejó de sentir el suelo y cayó en picado desde las alturas.

No obtuvo ninguna herida grave gracias a sus poderes para volar. Pero, no mucho más lejos de enfadarse, se sorprendió. "¿Acaso no nos teme? ¿No nos ve como seres superiores?" Se preguntaba.

Se levantó despacio. Repito, no estaba herido, pero el asombro por el comportamiento de Raúl lo tenía un poco conmocionado. El profeta se acercó a él, creyendo que se había lastimado, y trató de ayudarlo a levantarse.

<¿Estás bien, hijo?>

Escribió en el chat.

— Si, si. No te preocupes, padre. Solo estaba pensando.

Por otro lado, Auron aprovechó para huir. Pero el miedo no era la razón principal por la que huía. Le resultaba divertido seguir molestándolos. Al fin y al cabo, ¿Qué era lo peor que podía hacerle? No iban a matarlo. De hecho, no podían (o no querían) hacerlo. El hijo del Profeta era uno de ellos, y eso les impedía hacerlo.

Ambos creyentes, procedieron a subir de nuevo, para darle un escarmiento a Auron, pero no pudieron encontrarlo. Aunque Drako sospechaba donde podría estar por sus risas, decidió no decir nada y, simplemente, se marcharon. Tenían demasiado trabajo que hacer y, además, las misas eran obligatorias, así que ya se lo encontrarían allí. Aunque eso, a su vez, cada vez le daba más intriga, y deseaba averiguar quién podría ser.

Lo más fácil sería pensar que son Juan o Zorman. Le era divertido acusarlos, pero nunca se le ocurriría preguntarle al Profeta en serio. Tenía sentimientos enfrentados sobre averiguarlo o no; El chisme lo carcomía por dentro, pero una vez que se supiera quién es, ¿Qué les ocurriría al resto?

"Seguramente ni el profeta sepa quién es su hijo..." Se puso a pensar.

Ambos creyentes, procedieron a subir de nuevo, para darle un escarmiento a Auron, pero no lo encontraron ni a él, ni al altavoz que habían traído. Aunque Drako sospechaba donde podría estar por sus risas, decidió no decir nada.

— Padre, deberíamos irnos, tenemos que visitar a algunos integrantes más.

Auron trató de no hacer ruido mientras los escuchaba.

<Pero no podemos dejar que se libre así como así>

Reclamó el profeta.

Drako dudaba de si conseguiría convencerlo, pero debía intentarlo.

— No te preocupes, yo me encargaré de él. Vayámonos ya.

Y, simplemente, se marcharon. En parte era verdad que tenían demasiado trabajo que hacer y, además, las misas eran obligatorias, así que ya se lo encontrarían allí.

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29/10/2022

A partir de ahora, actualizo los miércoles o los sábados, en un periodo máximo de 2 semanas.

Por si no se entiende: Si tengo tiempo, publicaré el próximo miércoles, si no, el sábado de la semana que viene, si no, el siguiente miércoles, y si no, el próximo sábado. Y así. Pero tardaré como máximo, 2 semanas.

[Pausada] Hijo del Profeta [Drakoplay / Auronko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora