TC

4 0 0
                                    

Luna, es una chica de 14 años, delgada, alta, con un pelo de color raro (gris) por eso le pusieron así. Luna nació en una época demasiado horrible, ella no podía estudiar ni trabajar, sólo atender al gruñón de su padre. Un día, mandaron a Luna a la tienda, ella sin tener otra opción se dirigió a la tienda. -¡Qué fila tan larga, carajo!
Grito en voz alta, las señoras que estaban en la fila se le quedaron mirando raro.
-Baja la voz. Dijo una chica con pelo rubio, ojos azules, delgada y con estatura promedio. Moon se disculpo ante esa chica tan linda.

-¿Cómo te llamas? Pregunto Luna. -Estrella. respondió la chica. -¡Qué lindo nombre, ya sé porque te pusieron así! Estrella soltó una carcajada modesta, esa chica era muy linda. Atrás de ellas estaba una chica muy alta, pelo café, y con ojos negros. -¡vaya fila!, ¿Por qué no pudo venir mi papá?!, Él no hace casi nada-. Exclamó la chica alta.
-Porque los hombres siempre son vagos. Respondió Estrella. -¡Lo sé, maldita sea! ¿Por qué se creen superiores si no pueden hacer una simple cosa? ¡Al carajo todo! Dijo la chica con un tono muy fuerte. -No lo sé, eso es algo muy injusto. Dijo Luna. La chica alta miro a Estrella: -Que linda eres, ¿Cómo te llamas? -Estrella. Respondió amablemente. ¿Y tú? -Yo me llamo Eclipse, que lindo nombre, Estrella. ¿Cómo te llamas tú, pelo gris?
-Me llamo Luna, un gusto conocerte.

Atrás de ella llegó una chica delgada, pelo café, ojos miel amarillentos y con un pelo hermoso. Llegó corriendo, al parecer se le había hecho tarde, llegó muy agitada.

-¿Qué te pasa Sol, por qué vienes con mucha prisa? Pregunto Eclipse
-Tengo que hacer muchos labores, mis padres dijeron que si lo hago me inscribirán a la escuela. Dijo Sol con voz agitada.
-¿Enserio? ¡Qué bien, me alegro por ti! Dijo Eclipse.

-¿Cómo es posible? Mi papá dice que las señoritas no deben de ir a la escuela, eso es molesto. Preguntó Estrella.

-Pues a mí me dieron la oportunidad de ir a la escuela si cumplo con los labores.

-¡Qué suerte! A mí me traen de su mandadero. Dijo Luna.

-Tu cabello es muy lindo, ¿Cómo te llamas? Le preguntó Sol a Luna.

-Me llamo Luna, un gusto.

-Que lindo nombre, creo que ya sé porque te pusieron así. Y tú, rubiesita, ¿Cómo te llamas?

-Me llamo Estrella.

-¡Que lindo nombre!

Se les había pasado el tiempo, al parecer eran las únicas en las filas. Cada una compro lo que les habían encargado y se fueron a sus casas.

Luna llegó a su casa. Su papá estaba borracho, tirado en el sofá. Mientras su mamá cocinaba.

-¡Luna, que bueno que llegaste! ¿Por qué tardaste tanto! Necesito los ingredientes antes de que se despierte tu papá.

-Pues si tanta hambre tiene que lo haga él. Respondió Luna con una voz desafiante.

-Nosotras somos las mujeres, nosotras atendemos a los hombres mientras ellos trabajan. Mejor ayúdame a cortar la cebolla mientras yo terminó de hacer la sopa.

Luna empezó a cortar la cebolla de mala gana, sólo se preguntaba, ¿Por qué su papá no lo podía hacer? Y... UPS, se cortó.

-¡Carajo, me corté!

-¡Luna, ese no es el vocabulario de una dama! ¿Qué te pasó? Déjame checar.

El papá de Luna se despertó, tenía una cara de resaca.

-¿Quién está haciendo tanto ruido? ¡Me despertaron!

-Fue Luna, se cortó

-Muchacha tonta, ¡Ni eso sabes hacer! ¡Ningún hombre te va a querer sino sabes hacer eso! ¡Me muero de hambre, apúrate a limpiarte y sigue haciendo lo que hacías!

-¡Si tienes tanta hambre entonces cocina tú! Respondió Luna

-Niñita, a mí no me vas a hablar así, ¿okay?

El papá de Luna se empezó a sacar el cinturón, le iba a pegar a Luna.

-Ahora sí, te toca, ¡Para que aprendas a respetarme, muchacha mugrosa!

-¡No! ¡Respétame tú, viejo panzón!

-¡Luna! Te he dicho que somos mujeres, respeta a los hombres.

-¡No mamá, no! ¡Estoy harta de esto!

Luna agarro el cuchillo con el que estaba cortando la cebolla, y le apunto a su papá.

-¡No te atrevas a tocarme, o te entierro este cuchillo en tu gorda panza!

-¿Me estás desafiando niñita? ¡Ya verás!

El papá de Luna se estaba acercando a ella y levanto el Cinturón para pegarle, pero Luna le roso la panza con el cuchillo, y le llegó a hacer un corte. El papá soltó un grito de dolor, y Luna lo pateó y salió corriendo a la calle.

Luna corrió y corrió, hasta que llegó al parque más cercano en el que estaba. Ahí se encontró a Sol, sol estaba en un columpio.

-¿Sol?

Sol volteo, Luna vio que Sol tenía el ojo morado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 22, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pacto De AmigasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora