Prólogo

20 6 5
                                    

Veni sancte spiritus Dei, illuminet sensus et spatium quod nos in manibus

Fiat, fiat, fiat, nos in manibus

La melodía gregoriana y las voces graves de los presentes, daban a la sala una ceremoniosidad que no lo podrían lograr en el Teatro Colón de Buenos Aires. Cada uno con su relicario y su escapulario colgado al cuello, bajaban la cabeza a cada exclamación.

Les Catacombes de París serían, desde ese verano, el sitio de reunión.

Ninguno de los presentes sabía el nombre de quien tenían al lado ya que venían ataviados con las máscaras que les habían sido entregadas a cada familia en el año 1800, cuando la dinastía se venía a pique y lo único que les quedaba era mantener las tradiciones.

La persecución de parte de la Iglesia Católica, había sido implacable. No lograron superar la embestida, ya que fue atroz para toda la familia. Solamente los miembros de España y algún, que otro, lugar, pudieron escapar y rehacer su rutina real.

—En nombre de Armand Leroy, ¡bendiciones y salud! ̶ la voz cantante sonaba dura y fuerte. Denotaba un autor creyente de lo que estaba por suceder.

—Para ti, Gros Leroy

Tomaron asiento. El mobiliario era barroco en todos los aspectos, hasta en el más mínimo detalle. Las orlas de los manteles que cubrían la mesa y los altares de los costados, estaban bordadas en los típicos tonos bordeau y azul de Les Leroyans.

Nadie, fuera de las convocados, sabía cuál era el motivo de sus reuniones ni tampoco cuándo se realizaban, por lo que daba a la prensa local, motivos para suponer miles de conjeturas, que nunca serían saciadas a expensas de sus miembros.

Eran fieles a su linaje y a su escudo. Nada ni nadie les quitaría el orgullo de su ascendencia. Muchos de ellos habían caído en el olvido, lo que convenía a sus propósitos más específicos.

Les Catacombes de París, resultaban el lugar indicado. Solamente ochocientos metros estaban abiertos al público, por lo que la zona debajo de sus castillos no entraba en discusión.

Desde la Edad Media habían realizado excavaciones que llevaban hasta allí y les daban acceso a todos los castillos de la familia. Gran cantidad, de dichas familias, gobernaban el mundo conocido, por lo que realizar ese trabajo no les había implicado ningún contratiempo.

La actualidad era distinta. Debían ser cuidadosos, a fin de que sus reuniones Leroyans continuasen siendo leyendas urbanas. Sería peligroso que alguien descubriese la verdad.


++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Doy comienzo a una historia que me tiene atrapada y, espero, también los atrape a ustedes!! 

Mil gracias desde ya por estar qui y leerme!!

Acepto correcciones y comentarios!!

Saludotes! Vicky Jalitt

#novela #misterio #suspenso #logiasmasónicas #heredera #pueblo


ImparableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora