Secretos

Elizabeth.

Ni siquiera tengo palabras para describir todo lo que ha pasado, desde lo que paso hace un año no puedo siquiera dormir, aunque debo de confesar que sentí satisfacción al hacerlo, pero nadie puede saberlo, mi secreto no podrán revelarlo a menos que de un paso en falso y todo se vaya al carajo.

No paro de pensar en Luke ¿quién pudo hacerle daño?, si él no rompía siquiera  un plato. Claramente me tenían  en la mira como una sospechosa, lo cual me frustraba, ¿porque lastimaría a mi hermano?

La pregunta me atormentaba, pero no los culpo cualquiera en su sano juicio saben que soy una Maldita hija de perra, claramente no es mi problema ser perfecta en todo lo que hago y que todos no puedan soportar mi encanto no es mi problema, obviamente soy de las sospechosas principales ya que soy la hermana  y yo estaba en ese maldito bosque.

Esta mañana no tenia nada de ánimos, simplemente quería quedarme en la cama, Luke estaba perdido, tal vez herido y eso me consumía.

— Elizabeth tienes que levantarte de la cama, así no resolveremos nada— dijo Trevor con ese tono tan calmado que odiaba demasiado
   —No tengo ánimos de salir de la cama Trevor, no sabes lo que es tener un hermano y no tienes ni puta idea que es lo que siento sabiendo que mi hermano esta perdido y probablemente herido— dije levantando la voz con los ojos cristalizados.
Trevor solo me observo y menciono sujetándome la mano.
—Solo quiero que estes bien , me preocupas, se que hemos tenido nuestros problemas pero quiero que sepas que te amo.
Me sujeto de la mejilla, mientras la acariciaba me sentía soñada hace mucho no escuchaba esas dos palabras, pero esas palabras ni siquiera me llenaban estaba demasiado preocupada —hace tiempo no decías que me amabas, extrañaba eso, se que no estamos nada bien pero, quiero que sepas que te amo y también te quiero pedir una disculpa, jamas lo hice porque nunca hablamos del tema, pero perdóname por haberte hecho esto— dije aguantando las lagrimas , aunque no sintiera culpa por lo que hice, pero a veces tenemos que poner cara de perrito triste para que nos crean.

Desafortunadamente alguien nos interrumpió, para mi sorpresa fue Blair, tenia una cara de susto, no me importo, ni siquiera podía mirarme a la cara, eso me gustaba su miedo ante mi mirada
— te están buscando Elizabeth, quieren interrogarte — dijo Blair con la voz entre cortada, lucia tan afectada pero yo no me tragaba el cuento de la niña triste y afectada por lo sucedido, al verla pude sentir que una parte de ella lo disfrutaba , mande a investigarla con mi detective de confianza. Blair tenia un secreto obscuro el cual ya sabia que era, me identificaba tanto con ella que ni siquiera podía molestarme con ella, somos tan parecidas que eso me encantaba, su secreto era tan poderoso como el mio y eso me obsesionaba.

— Sabes nos ahorraríamos esta mierda si no hubieras aparecido— solte en un tono bastante seco—nunca fue mi intención, ni siquiera recuerdo lo que paso— contesto Blair mirándome a los ojos a punto de llorar, que mal actúa, ni siquiera se esforzó en que su actuación se viera creíble — Bajare en un momento—
<<Sabes, no me trago tu historia de mierda, se quien carajos eres Blair, debes de saber que yo conozco los secretos de absolutamente todos y que te quede bien claro, si le hiciste algo a mi hermano espero que memorices tus últimos momentos respirando>> fulminando con la mirada.

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No tengo ni la menor idea del porque me sentía nerviosa, si ya había pasado por esto antes.

— Hola otra vez Elizabeth— me recibió ese asqueroso detective con una sonrisa de oreja oreja —acabemos con esto, le diré  todo lo que quiere saber, pero desaparece de mi vida— dije irritada ante el saludo del cabron — ¿Donde estabas ayer en el momento que tu hermano desapareció?— pregunto acortando la distancia entre nosotros —con Trevor, confieso que vi cuando la hija de puta de Blair se fue al bosque con Luke,  nos esperamos un rato y fuimos a ver si estaban bien y en el camino nos encontramos a Alice y Jacob, que habían ido a revolcarse eso es todo— solté rápidamente como lo acordado en un tono tan seco y neutral que ni siquiera se dio cuenta que estaba respondiendo lo que el quería escuchar —Siempre teniendo un argumento bien practicado, dejémonos de rodeos y dime que paso— respondió el detective Connor ante mi actitud.