Terminada de vestir, el temor y la vergüenza se apoderó de mi, apuntaba a la puerta pero me daba miedo salir, así sucedió varias veces. No me animaba a poner un pie fuera de la habitación, me costaba tomar coraje para hacerlo, mi mayor temor, en ese momento, era la crítica o el que dirá Lucía...
Así que me senté en la cama tratando de tomar impulso, mientras miraba el picaporte de la dichosa puerta, tomé aire varias veces y de un solo salto, agarré y la abrí sin pensar demasiado logré estar fuera, mis pies temblaban, a paso firme y tembloroso me dirigí a la cocina.
Al verme ella se sorprende, me abrazó y me llenó de besos en las mejillas y mientras me tenía abrazada con todas sus fuerzas, me dijo:
-Que hermosa que estas nietita, divina, bella..... Sentate en esa silla que ya vengo...
Fue a buscar su cartera, sacó un labial y me pintó los labios, era un rosa pálido, un hermoso color que me los hizo resaltar divinamente lo cual descubrí cuando fui hasta al baño para mirarme al espejo como me quedaba... Estaba tan impactada por todo, no emitía una palabra y no sabía que decir... Estaba en un estado de una completa excitación por todo lo que me ocurría, cuerpo y mente en un continuo bombardeo de sensaciones casi orgásmicas.
Durante un rato nos miramos y de repente dije:
- Gracias abuela por todo esto, la verdad que no se que decirte, me siento infinitamente feliz por dejarme ser tu nieta... Jamás imagine llegar animarme a tanto... Nuevamente te digo muchísimas gracias, no sabes lo bien que me haces sentir....
- Gracias a vos, por darme la dicha de tan bello regalo, me pone muy contenta, a pesar de que estas temblando como una hoja.... Me respondió ella con una sonrisa pícara que se le dibujaba y un tanto de complicidad.
Durante un rato más de charla, estábamos hablando de cosas de mujeres, me contó como conoció a su esposo, de su casamiento y de todo lo que le pasó durante gran parte de su vida. Mientras la escuchaba sin interrumpirla....
Vimos el reloj y 11.30 había que cocinar como yo no tenía nada que hacer hasta la tarde así que le dije de quedarme y estar con ella, así que primero tomó la precaución de llamar a la chica que iba a ir después de mediodía a cuidarla, pidiéndole que no vaya que tenía quien la acompañe y que cualquier cosita la llamaría..
De un momento a otro sonó el teléfono el cual lo atendió, era su hijo me di cuenta enseguida por como habló con el, comencé preocuparme que lo único que me faltaba que llegara temprano y me aguara la fiesta, y deseando que no llegara nunca porque el rol abuela-nieta lo estaba comenzando a disfrutar. Todo se disipó cuando me dijo que el llegaría después de las 6 de la tarde, lo que me volvió el alma al cuerpo.
Así entre ello la ayudé a acomodar lo que había comprado, puse todo en su lugar siguiendo sus indicaciones. Luego me pidió que le prepare unos alimentos y se los dejé listos para que ella haga el almuerzo.... Almorzamos juntas mientras conversamos.
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