Por diez días las lluvias pararon en todo el planeta, Wairu no había logrado que la pequeña hiciera lo que él ordenaba, había pensado torturar a los niños que vivían con ella, pero no los habían encontrado, nadie sabía dónde estaban, incluso torturó a algunos, pero no hablaron.
— ¡¡Si no haces llover...!! — el dictador estaba furioso.
— ¿¿Qué?? ¿¿Me matarás?? — ella lo desafió.
— Hay cosas peores que la muerte, y que son muy agradables de infligirte para mí — la miró con deseo.
"Si Taida era bonita, debo reconocer que su hija parece una diosa".
— Prefiero morir a que me ponga una mano encima — por un momento el gobernante vio a la madre en la forma de mirar de la niña.
— Tal vez te maté o tal vez no, pero si te puedo asegurar que cuando vuelva sabrás que es el dolor, lo juró. Vendré mañana — para ese momento estaba seguro que ella habría pensado mejor las cosas.
Por suerte para la pequeña, esa noche una mujer apareció ante los guardias que la custodiaban, les llevó agua con una flor que los hizo dormir, entonces Rafael y Gabriela robaron las llaves, sacaron a la pequeña de ojos verdes sin que nadie se diera cuenta. Al rato los tres corrían por el desierto, cuando el sol se levantó en el horizonte, por fin descansaron, los de su pueblo les habían dado comida y algo de su agua.
— Gracias hermanitos, pensé que me habían olvidado, gracias.
— Cuando nos fueron a buscar, los de la aldea nos escondieron y protegieron. Ellos averiguaron que te tenían aquí, por eso entre todos empezamos a pensar cómo rescatarte. Waifu molestaba siempre a mamá ¿Por qué te encerró a ti?
— Solo por esto — levantó los brazos, cuando sus dedos se extendieron cayó una suave llovizna.
— Es increíble lo que haces ¿Y por eso te apresaron? — preguntó Rafael confundido.
— Ese tipo quiere que haga llover solo donde él me indique.
— Que egoísta.
— Yo quiero que todos reciban este regalo ¿Estoy mal?
— Tienes razón, nadie debe quedarse sin agua, eres buena como mamá, te queremos mucho.
Huyeron por muchas semanas, pero no se dieron cuenta que por donde pasaban se tornaban verdes, y eso que Halia no hacía llover. Al final, por ese rastro los militares los descubrieron.
— Entrégate o los mataremos — dijo el dictador.
— Hermanitos, no tengan miedo, yo los... — la niña de ojos verdes fue interrumpida.
— Tranquila, nosotros prometimos cuidarte y eso haremos... NO DEJAREMOS QUE LA TOQUEN, PRIMERO DEBERÁN MATARNOS — se pusieron de escudos humanos.
Wairu los miró fijamente, se acercó al trío, tomó su pistola y les disparó en la cabeza a los mayores.
— Ahora tomen a este fenómeno, nos dará toda el agua que queramos, y sino ya sabe qué le pasará.
Pero antes que nadie se moviera, el cielo empezó a rugir, las pozas que habían por allí se secaron, en el lugar donde estaba la niña las nubes se juntaron, se produjo una gran tormenta, empezaron a caer rayos y granizos sobre los uniformados. Uno de los primeros en morir fue el soldado que molestaba a Taida, y quiso llevarse a Gabriela.
— Detente — gritó el gobernante para poder hacerse oír.
— Ustedes no tienen corazón, mis hermanos solo querían salvarme... protegerme... QUERÍAN QUE AYUDARÁ A TODOS... y tú los mataste.... — sus ojos estaban anegados en lágrimas — eran solo unos niños.
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Agua
Science Fiction¿Qué pasaría si de repente nos quedamos casi sin agua en el Planeta? Este relato nació de un reto que recibí hace un tiempo, con límite de palabras, ahora decidí subirlo como libro independiente, y poder exponer mi visión completa de la historia.