°•°¡Me mentiste!°•°

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Silvio; padre de familia, querido por sus amigos y suscriptores. Básicamente, todo era perfecto. Pero...su relación con su esposa; Linda, no iba muy bien. No se peleaban ni nada, pero, ya no era lo mismo. Habían decidido que, cuando su hijo cumpliera los 5 años de edad, se separarían.

- ¿Estás seguro de esto, Silvio?... -Preguntó la de rosados mechones a su esposo-

- Si.., tú sólo piensa que es por nuestro bien, y el de Mateo. No me gustaría que mi hijo crezca en un ambiente tan.."pesado", porque, hay que admitirlo...esto ya no va a funcionar..-Dijo mirando para otro lado el mexicano-

Lin lo vió cabizbaja y soltó un suspiro pesado.

- Si, tienes razón. Está bien, y..lo siento por todo esto..-Limpió una lágrima que amenazaba en salir-

- No, Lin no..-La abrazó. Un abrazo cálido, que aparentaba protección, o al menos en ese momento- No llores. Nada de esto es tu culpa, es sólo que.., ya no se siente como antes, para ninguno de los dos...

- L-lo sé es que.., después de estar tanto tiempo juntos..Snif N-no es fácil hacer todo e-esto...-Apretó con algo de fuerza la camisa de su contrario-

- Lo sé...Tampoco es fácil para mi.., pero hay que hacerlo...por Mateo...-Le dió un beso en su cabeza, intentando contener las lágrimas que amenzaban en salir. No quería llorar. No frente a ella. No ahora-

☆°•4 años más tarde•°☆

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☆°•4 años más tarde•°☆

4 años habían pasado ya desde esa charla. Mateo ya tenía 5 años, lo cual significaba..que Lin y Silvio se separarían pronto. En los últimos años, estos habían tratado de mantener un buen ambiente, y darle mucho amor a su hijo, aunque, esto último no fue un problema, claro. Pero, el momento había llegado...debían cumplir lo que dijeron. Por más que doliera. Por más que lloren. Debían hacerlo por Mateo.

Silvio había ido a un bar con su mejor amigo; Dany. Necesitaba algo de compañía, así que se la pidió.

- Vaya, amigo...realmente lamento todo lo que te está pasando...-Habló el peli mostaza. Silvio le había contado su situación-

De mientras, Silvio sólo estaba con la cabeza recostada en la mesa. Tenía tantas ganas de llorar, cosa que se estuvo aguantando desde hace tiempo.

- Estoy cansado de todo, Dany...-Dijo finalmente- No quiero dejarlos, pero tampoco quiero que mi hijo siga creciendo en un ambiente tan pesado, por más que Linda y yo intentemos que no sea así...

Dany lo observó por un momento. Pobre de su amigo. Se iba a separar de la mujer que más amó. Y según él sospechaba, aún la ama. Conoce bien a su amigo.

¡Me mentiste! ☆°•La Pandilla•°☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora