La Tutora | NI-KI | [EDITANDO]

002 - Talón De Aquiles

La maestra de inglés me había pedido que ayudase a uno de sus estudiaste de otra clase (por la tarde antes de salir de clases). Al principio dude si debía hacerlo, pero ella insistió en que éste chico necesitaba ayuda para mejorar su promedio en dicha asignatura ya que eso podía afectar en su rendimiento académico en otras clases, lo que su madre no quería, así que no era un mal estudiante, de hecho era bastante aplicado, pero inglés era su «talón de aquiles» por lo que no me negué y accedí a ayudarlo. Además era mi tía, no tenía de otra.

─Tía... Pero ¿quién es este chico?
─Su nombre es Riki, están en el mismo nivel, también se graduará este año.
No conocía de quién hablaba mi tía, pero supongo que me daría cuenta mañana. La tía me llevó a casa y cenó con mi familia.
─Escuche que ayudaras a un compañero ─menciona mamá. Asiento.
─Aún no lo conozco, pero la tía dijo que es un buen chico y además un buen estudiante, lo ayudaré por un tiempo hasta que sus calificaciones mejoren en inglés.
─Eso es bueno ─dice papá. Me sorprendía que él estuviera de acuerdo, después de todo iba a pasar tiempo con un chico.
─Kairi es la mejor estudiante de la escuela y es muy buena en inglés, espero que no les moleste que la haya elegido para esto ─les dice mi tía a mis padres.
─No nos molesta, hermana ─dice mamá─. Es bueno que entre compañeros se ayuden.
─Sí, creo que será divertido ayudar a alguien más que no sea yo misma, además puedo aprender también al mismo tiempo que investigo como ayudarlo.
─Me alegra que estés más optimista al respecto, por la tarde creí que rechazarías mi propuesta ─dice mi tía.
─Mmm... Estaba apunto de hacerlo ─nos reímos.

La graduación sería muy pronto, todos estábamos esforzandonos demasiado, y creo que algunos más que otros, pero nunca me consideré "la mejor" de hecho serlo me era muy difícil. podía pasar horas llorando en mi habitación, luchando conmigo misma. En la escuela muchos me veían como algo que no era, "una chica que no comentia errores", pero por dentro muchas veces estaba rota y me sentía sola, muy sola. Por muchos años vivimos en el occidente, de hecho había crecido allá (éramos muy felices), sin embargo desde que regresamos a Japón (unos años atrás) sentía que no encajaba (y aún lo creía). Pero poco a poco me di cuenta de que estaba bien, y aunque fue difícil para mi, podía decir que esa etapa ya estaba superada. Ahora tenía amigas en la nueva iglesia a la que asistiamos desde que regresamos y me sentía bastante cómoda en mi nuevo hogar. En la escuela me iba muy bien, tenía buenos compañeros y me había adaptado bastante bien, así que me sentía muy feliz.

El último período de clases había finalizado. Mi tía me había informado antes del segundo periodo que, Riki, el chico al que ayudaría a estudiar me estaría esperando en la biblioteca de la escuela, así que me dirigí hacia allí en cuento las clases finalizaron. Me senté en una de las mesas y ordene mis cosas sobre la mesa y esperé. No sabía de quién se trataba así que miraba hacia la entrada a cualquier chico que pareciese de mi edad.
─Hola ─alzo la mirada.