◌ ▴˙˚ Nota ˚˙▴ ◌
◖ Si no te gusta el ship ten la amabilidad de retirarte y no dejar comentarios de hate.
◖ Mención de JeanLisa leve.
◖ Se añadirá a un personaje no canon.
◖ Historia Kaeluc/Luckae.
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NARRADOR
Mientras sus lágrimas caían por sus sonrosadas mejillas, los hipidos de sus labios no paraban junto al dolor en su corazón en la cual habitaba todo lo que sentía en ese momento. Sentir un amor unilateral era tan doloroso para él que cada noche sus ojos se derretian en una preciosa lluvia de perlas brillantes y cantares nostálgicos que buscaban consuelo por el hombre que tanto amaba.
Kaeya era un caballero que sufría por amor e intentando olvidar a su amado solo podía seguir llorando.
El sueño invadía su cuerpo y desplomándose en su cama cayó rendido en brazos de morfeo con sus cristalinos ojos cerrándose y teniendo rastros del diluvio en sus peculiares ojos; plácidamente dormía después de llorar por horas como cada noche y desear que Barbatos le concediera una oportunidad con su amado de ojos carmesís. Una triste sonrisa poso en sus labios pues incluso en sueños nunca dejaría de sentir el dolor que en su pecho abunda, quedándose ahí como si fuera su castigo hasta la muerte.
Las estrellas brillantes dejaban de estar en lo alto bailando alrededor de la luna para dar paso al enorme sol que pintaba el cielo de naranja junto a unas nubes que lo acunaban como si fuera a caerse.
Despertó con su cuerpo adolorido, igual que su corazón, por dormir mal la noche anterior; mala desicion que toma al estar cansado. Estira su esbelto cuerpo dejando que el camisón alzara dejando ver sus deliciosas curvas a la nada misma y con un bostezo salió de su cama con tanta pereza que deseaba volver a acostarse.
Lamentablemente el trabajo lo llamaba desde que sale el sol hasta que se vuelve a ocultar.
Listo con su inolvidable parche en el lado derecho se retiró de su hogar para dirigirse a la sede de los caballeros Fanovius mientras saludaba a la gente que comenzaba su día a día como él, a esa hora tan temprano como siempre, incluso pudo visualizarlo a él.
El hombre que lo hace llorar por las noches.
Como siempre tan temprano para irse y regresar por la noche, Kaeya suspiró, pues debe ser un gran masoquista si sabiendo eso cada anochecer iba solo para verlo, verlo con la excusa de que iba a tomar sabiendo que cuando no está no bebía. Kaeya era un gran idiota al enamorarse perdidamente de Diluc.
Un amor que dura tantos años, desde que solo eran unos niños, desde que Crepus le dio cobijo en su hogar sin necesidad de tener algo a cambio.No, no eran hermanos aunque en ese tiempo se trataran como unos.
Eran amigos hasta ese fatídico día, como odiaba recordar ese día, como anhelaba el perdón por ese día.
"Si tan solo pudieras escucharme sin tener que alejarme de ti" Era triste el como su único ojo visible se apagaba a la vista de todos y al mismo tiempo de nadie.
Saludó cortésmente a los caballeros que vigilaban la sede y se adentro, encontrando en su camino a Jean a la cual le abrió plática como siempre y así poder retirarse a su oficina antes de ir a por sus encargos del día de hoy. Su trabajo lo distraía por lo menos unos momentos, así Diluc solo era una pequeña luciérnaga en su bosque de papeles por hacer.
