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Las galletas se acabaron rápidamente, no hace falta decir que aquellas estaban deliciosas.

Seungmin se levantó y fue a dejar el plato al fregadero para lavarlo.

Minho se quedo en el sofá, ya no parecía el mismo de antes..

Ahora se encontraba totalmente sonrojado e intrigado, movia su pierna arriba y abajo apoyándose de la punta de su pie ansioso, su mano tapaba sus labios, empezó a tener pensamientos obscenos e indebidos con Seungmin, tantos que empezó a sonreír completamente excitado.

Ya se cansó de fingir que no se quiere follar a Seungmin, que lo quiere marcar como suyo, abrazarlo por detrás y manosearlo, ocultar la cara en sus pezones, todo.

¿En que puto momento lo harán?

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Seungmin volvió de la cocina, se volvió a sentar en el sillón.

—Seungmin.. - Por fin estaba decidido a contarle aquello.

—¿Mande?- prestó su total atención.

—Quiero hacerlo...- Minho tragó saliva ante lo dicho, ya dió el paso con el cual ya no daría vuelta atrás.

—¿Que?- no entendió, vaya.. hubiera usado mejores palabras para decirle eso.

—Vamos, tu sabes a lo que me refiero.. - Se pego al contrario y llevo su mano a su muslo, empezando a acariciarlo.

—Ay no.. Eso no..- Seungmin se separó del agarre de Minho y se recorrió de lugar en el sillón.

—¿Por que no?- Se acercó de nuevo a el y volvía a acariciar su muslo.

—Es una broma ¿verdad?- Su cara se torno de color carmesí y quitó su mano de nuevo, se recorrió una vez mas.

—¿Tu crees que siendo una broma, haría esto?- Fue cuando empujó al contrario para quedar recostado en el sillón e inmediatamente encimarse en el.

—¡MINHO!- Seungmin quedó atónito, ahora lo tenía encima de su abdomen.

—Yo se que tu quieres, Min.- Sonrió y le guiño un ojo, lo que le causo un mayor sonrojo al que tenía debajo.

—... E-Eh.- Fue lo único que pudo decir, los latidos de su corazón retumbaban en su cabeza al punto de quedarse sordo y sentía que se iba a salir por alguno de sus oídos.

Notó que Minho iba acercándose a su rostro, no perdió el tiempo y lo detuvo interfiriendo ambas manos en la cara del contrario.

—Te haces el difícil, ¿eh?~- Solo pudo sonreír mas y sujetar las muñecas de Seungmin con una mano para después ponerlas encima de la cabeza, dejandolo completamente inmovilizado.

Ya estaba hecho, no lo podía empujar ni nada, tampoco patearlo, ya que estaba encima de su abdomen.

—¡SUELTAME!- Se removía pataleando intentando quitarse al mas alto de encima.

Minho lo ignoro y se acercó al cuello de Seungmin, para después susurrarle al oído.

—No tengas miedo, te va a gustar, creeme.~ Quiero escucharte gemir y gritar mi puto nombre, quiero que me supliques y me pidas piedad. Uy.. Eso me prende, ¿sabes?~- Minho soltó una risita seductora.

Empezó a lamer su cuello gentilmente, y depositó varios besos húmedos. Seungmin se negaba a emitir algún tipo de sonido que le pareciera excitante y satisfactorio a Minho, solo mantenía sus ojos cerrados fuertemente, sus piernas se encontraban dobladas, sus suspiros cada vez se hacían mas agitados y fuertes, hacía muecas y apretaba los dientes para evitar lo ya dicho.

Cuando pensó que lo estaba logrando, Minho enterró sus dientes en un punto débil de su cuello. Y lo hizo, dejo escapar un gemido, eso fue la gota que derramó el vaso. Minho lo escucho perfectamente y abrió los ojos de golpe, no pudo evitar excitarse mas por ese tan satisfactorio y fuerte gemido.

—A esa boquita le gusta lo agresivo, ¿verdad?~- Sonrió el más alto viendo a un sonrojado chico intentando no verlo a los ojos.

Minho sujeto con mas fuerza las muñecas de Seungmin con su mano, mientras que con la otra le empezo a desabrochar la camisa.

—¡MINHO! ¿¡Q-QUE ESTAS HACIENDO!?- No parecía tan convencido que digamos..

¡Es obvio que no!, pensar que solo fuiste a una pijama y tu amigo te termina follando.

Lo desabrocho por completo y dejaron ver sus pezones, no pudo evitar sentirse aún mas excitado. Aquellos pezones se veían tan grandes, no espero mas y de una maldita vez hundió su cara en esas montañas.

Seungmin quedo atónito, sonrojado como un tomate, vió detenidamente a Minho hundir su cara, sus cabellos le hacían cosquillas en la piel, empezó a morderlos y a lamerlos. De nuevo, fue preso de aquellos movimientos tan llamativos e irresistibles, volvía a jadear un tanto seductor.

—¿Te gusta?- Minho sonrió.

Seungmin no dijo nada, solo dejo soltar un gemido, la respuesta era si.

Y esto no es nada.
765 palabras
𝔖𝔢𝔲𝔩𝔦𝔵𝔛

-Sumiso- KnowMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora