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Venti y Xiao no se hablaban hace días, los rumores en Twitter volaban y a cada minuto creaban más.
Algunos decían que esta pareja finalmente había terminado su relación y no estaban listos para contarlo en redes sociales, mientras que otros eran más ilusos y confiaban en el amor que se tenían ambos jóvenes y especulaban que se aproximaba un posible matrimonio.

Para buena y mala suerte de estos fieles admiradores, ninguna de las dos opciones era cierta, de hecho la realidad era mucho peor.

El silencio en la casa de los novios era espeluznante, parecía la escena de una película de terror donde el asesino ya había entrado en la casa de la protagonista y esta estaba escondida intentando hasta no respirar para no llegar a su futura muerte, así de tenso estaba el ambiente.
Durante el desayuno Venti ni siquiera se atrevía a mirar a Xiao, mientras que Xiao miraba fijamente a Venti y esto lograba irritarlo, de hecho esta misma mañana habían tenido una discusión sobre esto.

— Oye, ¿ya vas a dejar de mirarme así? — El de trenzas habló, rompiendo el casi interminable silencio que habitaba en el hogar.

— Dejaré de hacerlo cuando estés dispuesto a dirigirme la palabra, Venti. —

— ¿Y qué pasa si no quiero hablarte? ¿me obligarás a hacerlo? —

— Pues no, no lo haré, pero te recuerdo que ahora mismo me estás hablando así que muy pocas ganas de hacerlo, no tienes.—

Luego de esta pequeña discusión Venti volvió a su silenciosa ley del hielo que le había aplicado a Xiao, sin embargo Xiao estaba feliz por haber recibido aunque sea unas pocas palabras de su falso novio.

A pesar de sentir esa felicidad, también estaba angustiado, él sabía que se había equivocado pero no sabía cómo acercarse a Venti para arreglar las cosas, sinceramente él extrañaba sus besos, abrazos y las palabras lindas que le decía, Xiao nunca en su vida había recibido ese trato y cuando Venti finalmente se lo dio, no supo cómo aceptarlo, se asustó tanto por ese amor repentino que lo único que supo hacer fue alejarlo.

Y luego de decirle esas palabras tan hirientes, ¿cómo iba a conseguir que su chico quisiera hablarle de nuevo?

En pocas palabras, Xiao sin Venti se sentía perdido.

Rumor [ xiaoven ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora