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Los guardespaldas de mi padre me arrastran fuera del salón por una de las puertas traseras.

Hay una camioneta y un carro estacionados.

Tay está recargado en el auto, fumando.

Me siento molesto con tan solo verlo, así que aprovecho que el agarre en mis brazos se ha suavizado y camino hacia él enojado.

"¿Cómo pudiste?" espeto "Él confía en ti. Cree que eres su amigo".

Tomo a Tay del cuello de su camisa, provocando que su cigarro caiga al suelo.

Levanto mi puño para golpearlo, él murmura "Hazlo. Golpeame"

Quiero hacerlo, pero me arrepiento en el último momento, así que simplemente lo estampo contra el auto.

Luego pregunto ansioso "¿En dónde está Win?" 

Tay se acomoda su camisa y luego me abre la puerta trasera del auto, Win está recostado en el asiento.

Siento de nuevo las lágrimas en mis ojos cuando lo veo.

Me meto al auto y me siento en el reducido espacio que queda, tomo a Win con cuidado y acomodo su cabeza sobre mis piernas.

Acaricio su cabello y susurro "Recuerdo el día que te vi por primera vez, estaba aburrido con la idea de que un nuevo ciclo escolar comenzaba, por que sabía lo que eso significaba; ser perseguido por un montón de chicas. Pero te vi ese primer día, sentado en la cafetería junto a New, lucías demasiado bonito como para pasar desapercibido, 'lindo' fue la primera cosa que pensé al mirarte. Me di cuenta de que me mirabas tu también y cuando nuestros ojos se encontrarón por alguna razón me sentí nervioso, aunque intenté disimularlo".

Enredo mis dedos en el cabello de Win con suavidad y esbozo una pequeña sonrisa.

"Después, te vi aquel día yendo por los pasillos con una pila de libros, necesitaba una excusa para acercarme a ti, así que sin pensarlo más tomé algunos de esos libros y te acompañé hasta la oficina del profesor. 

Estaba tan nervioso que no sabía que decir y terminé alejandome de ti, mientras por dentro me reprochaba por no haber hecho algo. Entonces me di cuenta de que estaba lloviendo y que tú no tenías un paraguas contigo y decidí darte el mío.

Tu expresión sorprendida y la pequeña sonrisa que me regalaste fueron suficientes para mí y no me importó caminar bajo la lluvia".

Suelto su cabello y dirijo mi mano a su mejilla para acariciarla suavemente con mis nudillos.

"Al siguiente día descubrí tu nombre 'Win' dijiste con una sonrisa. 'Es un nombre lindo, como él' pensé.

Unos días después entraste al club de música. Comenzamos a pasar tiempo juntos y de repente la universidad ya no me parecía aburrida.

Creo que me gustaste desde el primer día que te vi y mientras pasaban los días pensaba en la manera de decirtelo, quería ir con calma, sin embargo, terminé besandote aquel día que fui a dejarte a tu casa.

Se sintió tan bien y me sentí feliz porque correspondiste mi beso.

Necesitaba que tú y yo fueramos algo  más que amigos, así que decidí invitarte a salir. Te llevé a la playa, a nuestro lugar, como lo llamabamos, y ese día en la noche me atreví a preguntarte si querías salir conmigo, dijiste que sí y eso ha sido de las mejores cosas que me han sucedido".

Me tiembla la voz y las lágrimas que intentaba retener resbalan de mis ojos.

"Estoy feliz por el tiempo que estuvimos juntos, incluso aunque solo hayan sido meses.

Gracias por enseñarme que es el amor.

Gracias también, por el pequeño ser que crece en tu interior.

Los quiero.

No voy a olvidarlos.

Espero, que tú tampoco lo hagas y que le cuentes al pequeño Phuwin sobre mí.

Tal vez, si el destino lo quiere, en un futuro nos encontremos de nuevo".

Lloro con fuerza y dejo que los sollozos escapen de mi boca.

Me inclino para sentir sus labios una última vez y mis lágrimas mojan su rostro.

"Es hora" comenta Tay quien nos observa desde la puerta.

Me aferro a Win  y niego con la cabeza "No, dejenme estar con él más tiempo".

Tay suspira y comenta "Lo siento, tienes que irte".

Lo beso una vez más y lo suelto vacilante, cuando salgo del auto regreso mi mirada a él.

Trago saliva y siento un  nudo en el pecho. "No te preocupes, cuidaré de él" comenta Tay, poniendo su mano sobre mi hombro "Cuidaré de ambos" agrega.

Quito su mano con brusquedad. Tay se mete al auto y antes de arrancar me dice "Has hecho lo correcto".

Grito frustrado al ver el auto alejandose.

Miro a mi padre y exclamo furioso "Dime ¿estás feliz ahora?".

Mi padre me observa en silencio, tomo un poco de aire antes de decirle a la cara"Te odio".




Miro a mi alrededor, pensando en si esto es un sueño o alguna especie de pesadilla, sin embargo, el altavoz anunciando el próximo vuelo a Tailandia me hace dar cuenta de que es real. 

Estoy dejando Londres, estoy dejando a Win y al bebé.

Parpadeo repetidamente, sintiendo lás lagrimas que amenazan con resbalar de mis ojos.

Froto mis ojos con las mangas de mi sudadera y reprimo un sollozo.

"Es hora" murmura mi padre.

Camino detrás de él y al llegar a mi asiento, me coloco los audífonos y miro por la ventana.

En estos momentos, estaríamos acurrucados, mis manos alrededor de tu cintura y tu rostro escondido en mi pecho. Te estaría susurrando al oído lo mucho que te quiero y luego tú despertarías y me regalarías una de esas sonrisas que tanto me encantan, de oreja a oreja y con los ojos entrecerrados.

Limpio mis ojos cuando siento que quiero llorar otra vez.

Por favor  no me odies cuando despiertes y te des cuenta de que me he ido.


Angel Baby [𝑩𝑹𝑰𝑮𝑯𝑻𝑾𝑰𝑵]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora